En este momento tan delicado que está atravesando la agroindustria cervecera, Quilmes busca colaborar con el sector ayudando de manera directa a cervecerías artesanales afectadas por la pandemia.
La marca invitó a nueve cerveceras artesanales a enlatar un total de 40.000 latas, en un contexto de retracción de las ventas sobre todo en los formatos de cerveza tirada o en barril, por el cese total o parcial de las actividades de los bares.
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El proceso de enlatado del producto estará a cargo de Los Vascos, una empresa especializada en el mundo artesanal. Ya en la lata, cada productor de cerveza podrá distribuir y vender de forma independiente.
Algunas de las cervecerías artesanales que participan del proyecto son Cerveza Castelo, Rothenburger, Bretonia Brewery, Trent Craft Beer, Postanak Cervecería Independiente, Costa de León y Cerveza Equum.
Para poder llevar adelante esta acción, Quilmes relanza “La Pinta de la Paz”, una cerveza colaborativa elaborada junto a la cervecería artesanal Mesta Nostra, que combina las levaduras ale (las más utilizadas por las cervezas artesanales) y lager (características de la mayoría de las cervecerías industriales), y con las ventas de esta cerveza se recaudarán fondos para destinar a la causa.
Al respecto, Laura De Bona, gerente de marca Quilmes, dijo “como marca argentina y federal, con 130 años de historia en el país, tenemos la responsabilidad de estar presentes en este momento tan delicado que estamos atravesando todos los argentinos. En esta oportunidad, junto a Mesta Nostra y Los Vascos, nos sumamos reeditando “La Pinta de la Paz”, un regreso pensado para colaborar con las cervecerías artesanales”.
“La Pinta de la Paz” es una cerveza con cuerpo y aroma frutal, con tonos de lúpulo mapuche, cítrico y cedrón, que mezcla dos tipos de levaduras que fermentan a distintas temperaturas: Ale y Lager.
Para Yuri Werefkin, Maestro Cervecero de Mesta Nostra, el desafío con esta nueva versión 2020 y en formato lata 473 ml es doble: “por un lado, nos encanta que la gente a lo largo de todo el país pueda degustar en sus casas La Pinta de la Paz, un producto muy valorado por el consumidor el año pasado, que superó todas nuestras expectativas; y el poder ayudar a colegas y emprendedores a enlatar sus cervezas y colaborar para que continúen vendiendo y la rueda siga girando, es lo que nos da indicios verdaderos de que todo este proyecto con Quilmes valió la pena”.
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