La poca presión de agua es un inconveniente que aquella a los ciudadanos de Bahía Blanca y la región desde hace años. Este verano de altas temperaturas se transformó en un infierno para toda la zona, que sufrió la falta de mantenimiento y de infraestructura en la región. La demanda de los vecinos manifestó la necesidad de obras urgentes que solucionen el faltante de agua.
Este inconveniente se vio manifestado en el comienzo del ciclo escolar 2020. El miércoles 4 de marzo las temperaturas en la ciudad llegaron a los 38 grados y varios colegios se encontraron sin agua, por lo que debieron suspender las clases. Esto sucedió en más de 50 instituciones.
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Para comenzar a resolver estos problemas, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires comenzó a generar diálogos para financiar proyectos en toda la provincia. El Ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, se reunió esta semana con representantes del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo en busca de crear nuevas formas de financiamiento.
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Al mismo tiempo, Axel Kicillof tiene pensado desembolsar 130 millones de dólares de la Corporación Andina de Fomento para construir un nuevo acueducto en Bahía Blanca. Esto vendría a solucionar el histórico problema que tiene esta región del sur bonaerense.
Aunque esta ciudad no es la único que tiene esta dificultad. Hay otras localidades que se encuentra al sur de la provincia con el mismo nivel de desabastecimiento o peor.
En Stroeder, localidad del distrito de Patagones, los vecinos salieron a cortar la ruta 3 para visibilizar su situación: gran parte de la localidad estuvo 7 días sin agua. La respuesta de ABSA fue la de elevar de 3 a 6 el número de camiones cisternas. El intendente del Partido de Patagones, José Luis Zara responsabilizó a ABSA : “Las deficiencias recaen exclusivamente en la firma prestadora ABSA”.
Punta Alta, ciudad cabecera del Partido de Coronel Rosales, tiene este mismo problema. El desabastecimiento de agua es tal, que la oposición presentó un proyecto para que ABSA suspenda la facturación a los habitantes.
Mientras que otro inconveniente también aparece en la zona: hay presencia de arsénico y flúor en el agua. Esto se hizo muy notorio en Coronel Dorrego, donde ambos elementos tienen valores que se encuentran por encima de lo establecido por la ley. Por esta razón las autoridades deben brindar agua envasada a los habitantes.
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