Un nuevo y desopilante capítulo de tensión, egos y acusaciones encendió el ciclo llamado Cónclave, del canal de streaming Carnaval. Fabián Doman, conductor del programa y expresidente de Independiente, protagonizó un fuerte cruce con otro exmandatario del club, Andrés Ducatenzeiler, y terminó abandonando el estudio a los pocos minutos de iniciado el ciclo.
La escena se desarrolló con Jorge Rial y Viviana Canosa como anfitriones invitados, y prometía ser una charla futbolera con toques de picante. Sin embargo, el intercambio entre Doman y Ducatenzeiler rápidamente escaló de un tono cordial a una confrontación abierta.
Todo empezó cuando “Duka” recordó un diálogo que, según él, tuvo con Hugo Moyano. “A mí Hugo Moyano me dijo que él (Doman) era servicio. Yo quería que se vaya Moyano y que Doman haga una unidad. Le digo eso a Hugo y me dice que Fabián era de la CIA”, lanzó. No conforme, redobló: “Si no sos servicio de la CIA, ¿de quién? ¿Del FBI?”.
La acusación encendió a Doman, que respondió de inmediato: “¿Vos le creés a Moyano?”. El ida y vuelta subió de temperatura: “Yo logré que te reúnas con Moyano y después lo traicionaste”, retrucó Ducatenzeiler.
Doman, mirando a Canosa, contraatacó: “Él laburaba para Moyano, yo no”. Y el exdirigente replicó: “Yo nunca trabajé para nadie, esa es la diferencia: vos para todos. Yo nunca tuve jefe en mi vida, vos sí. Si vas a picar, picamos ahora…”.
Fue en ese momento que Doman amagó con levantarse: “Si quieren me voy y vengo el lunes que viene”.
Jorge Rial intentó enfriar la situación: “Pará, boludo… llevamos seis minutos y ya estamos así”. Pero la tensión no bajaba. “A mí que me falten el respeto no”, advirtió Doman. “¿En qué momento te falté el respeto?”, preguntó Duka. “Hacé tu show en otro lado, conmigo no. Aguanté bastantes groserías, chau”, dijo el conductor mientras se levantaba de su silla y se retiraba del set.
El desconcierto en el estudio fue total. Rial, ya en modo mediador, reconoció que si Doman se sintió ofendido, estaba en su derecho de irse.
Ducatenzeiler, por su parte, defendió su postura: “Por una fake news yo estuve haciéndome el muerto para que no me maten. Decir que yo trabajé para Moyano es una fake y no lo voy a aceptar. Me crié en la cancha, donde si sos traidor te matan. No vine a que me agredan”.
En tono irónico, Duka deslizó que tal vez fuera su “último día en Carnaval” porque se había ido “una figura”. También bromeó con que, si lo echaban, volvería a trabajar con Flavio Azzaro.
Una costumbre en la carrera de Doman
El episodio reavivó un comentario recurrente en redes: la facilidad con la que Fabián Doman abandona los lugares que ocupa. Ya sea un programa de TV, un puesto gerencial o la mismísima presidencia de Independiente, su historial de salidas abruptas es largo.
Asumió la conducción del Rojo en octubre de 2022 y renunció apenas seis meses después, en abril de 2023. Antes, había dejado “Nosotros a la mañana” en El Trece, también la conducción de “Intratables” en América, y un cargo ejecutivo en Edenor al que se había incorporado tras “retirarse” de la televisión.
Por eso, no tardó en circular en Twitter el juego de palabras “Doman de domar” o “los domanazos” cada vez que pega un portazo.
La escena del lunes fue rápidamente sumada a ese historial por los usuarios, que comentaron con ironía: “Otro récord de permanencia roto” o “Seis minutos, marca personal”.
El trasfondo rojo
Aunque en el aire se mezclaron temas políticos, chicanas personales y recuerdos de viejas internas, la base de la pelea es netamente futbolera. Ambos fueron presidentes de Independiente en momentos muy distintos.
Ducatenzeiler llegó a la dirigencia en 2001 y, ya como presidente, festejó el título del Apertura 2002. Sin embargo, con el tiempo se fue alejando del club y le dejó la conducción a Julio Comparada. Hoy, rara vez se lo ve en la cancha del Rojo.
Doman, en cambio, asumió en medio de una crisis institucional, con la promesa de ordenar las cuentas y recomponer la relación con la AFA. Su renuncia, seis meses después, dejó a Néstor Grindetti al mando.
El lunes, la suma de viejas rencillas y acusaciones cruzadas bastó para que la convivencia en un mismo estudio durara menos de lo que tarda un partido en arrancar.
En un stream que tenía todo para ser un debate picante sobre fútbol y política, la mecha se encendió demasiado rápido… y Doman, fiel a su estilo, eligió una vez más la salida más directa: la puerta.