El Concejo Deliberante local declaró ayer de interés cultural a los alfajores“Latidos de mi Ciudad”, un emprendimiento de Donato, un vecino “orgullosamente mondonguero” de 76 años, que decidió darle una identidad platense a la golosina que mejor representa a los argentinos.
El autor intelectual del novedoso souvenir que tiene en su envase un código QR que remite a videos de lugares emblemáticos de La Plata, dialogó con INFOCIELO y contó: “Yo tenía un kiosco en el Bosque, pero no de los verdes, sino de los primitivos, los que eran tipo ranchitos. De un lado, tenía La Gruta y el lago, y del otro, el Museo. Siempre fue mucha la gente que visitaba ese sector, que llegaba en excursiones y que me preguntaba si tenía algún souvenir para llevar a sus lugares de origen. Y me quedé con esa idea. Pensaba en cómo podía ser que La Plata, una ciudad tan turística, no tuviera un souvenir autóctono, que nos identifique en la Provincia y en todo el país”.
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Veinte años pasaron hasta que lo pudo concretar. Padre de tres, y la mayor parte de sus años vinculado al comercio asociado a la industria alimentaria, excepto por su breve paso entre 1972 y 1978 por Astillero Río Santiago, decidió invertir el setenta por ciento de su último emprendimiento en “Latidos de mi ciudad”.
“Al principio, me decían que era una locura mía. Un amigo me dijo, ‘mirá que en el mercado hay alfajores que son una delicia’, y le confesé que ese punto me tenía mal, porque tenía que fabricar algo tan o más rico”, recordó.
Por fortuna, ese sentimiento negativo no repercutió en las ganas, y cerca de 2015 comenzó a idearlo y a vincularse con personas que pudieran ayudarlo. Sin embargo, cuestiones ajenas a su voluntad, influyeron sobre los planes.
“Tuve cáncer y me tuvieron que operar de urgencia, pero Dios no me quiso allá arriba y me dijo ‘andá a hacer alfajores a la Tierra’. Pero, a los seis meses, tuve otra intervención y estuve un año y monedas entre cajitas de algodón. Cuando pensé que por fin estaba todo bien, y que podía empezar, saltó la pandemia. Mi hija, que es médica, me dijo ‘ni loco se te ocurra comenzar a salir’, y me la tuve que bancar”, relató Donato.
Pero con su deseo entre ceja y ceja, una vez que el coronavirus cedió terreno, el autor del alfajor con marcada identidad local arremetió. Se contactó con un diseñador que, rápidamente, captó la idea, con pasteleros que obedecieron a su receta, cuya clave “está en las tapitas”, y decidió darle forma.
“Mi producto es un corazón para rendirle tributo y homenaje a un hijo pródigo de la ciudad de La Plata, al doctor Favaloro. Además, es un símbolo que transmite amor, afecto, cariño y comprensión, que es lo que el platense le ha brindado a los turistas que visitan la ciudad”, expresó. A la vez aclaró que, si bien aún lo comercializa “de boca en boca”, prontamente lo hará mediante redes sociales, y no descarta donar una parte de las ganancias a alguna fundación.
EL RECONOCIMIENTO
El proyecto para que el alfajor “Latidos de mi Ciudad” sea declarado de interés cultural fue presentado por la concejal del Frente de Todos, Yanina Lamberti. Ayer por la tarde, en el marco de la sesión, se votó en el Concejo Deliberante de La Plata.
La edil habló con este medio y destacó que “Donato no solo reconoce a la ciudad en la que vive, sino que también homenajea a Favaloro”. A su vez, Lamberti resaltó el hecho de que “un ciudadano desarrolle un emprendimiento con un profundo sentido social”.
Durante la votación, se lo vio a Donato sumamente emocionado y, al finalizar, dijo: “Fue un día que me tocó mucho”.
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