La pelea por el liderazgo del peronismo bonaerense se despliega en todos los frentes, y la UNLP volvió a ser escenario de esta contienda. Las aulas mostraron cómo kicillofistas y camporistas se enfrentan no solo en lo político, sino también en lo simbólico: la capacidad de movilizar votos jóvenes que podrían proyectarse hacia la política provincial. La agrupación que lidera Máximo Kirchner retrocedió nuevamente y sólo logró conservar su histórico bastión en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, mientras la Juventud Universitaria Peronista (JUP), apoyada por Axel Kicillof y el intendente platense Julio Alak, alcanzó casi el 25% de los votos, escalando en influencia dentro de las aulas.
En los tres días de votación, casi 75.000 estudiantes participaron para elegir a los presidentes de los 17 centros de estudiantes y representantes en los Consejos Directivo y Superior. La elección reflejó no solo la fuerza relativa de cada agrupación, sino también la resistencia de las tradicionales estructuras políticas universitarias frente a la expansión de nuevos actores: Franja Morada se mantuvo con 24,5% de los votos, demostrando que conserva su arraigo histórico, mientras que las expresiones vinculadas a Juan Grabios (La Mella) llegaron al 17%, y los libertarios apenas superaron el 2,6%, con 1.413 votos distribuidos en cinco facultades.
Para el kirchnerismo, cada contienda universitaria sirve como termómetro político. Tras la derrota en las legislativas del 26 de octubre, Cristina Fernández de Kirchnner lanzó críticas a Kicillof responsabilizándolo por el desdoblamiento electoral, mientras que más de 40 intendentes alineados con el gobernador respondieron respaldando su gestión. Incluso la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, pidió una competencia abierta dentro del PJ bonaerense, desafiando al hijo de Cristina:“Necesitamos que el partido no sea una cáscara vacía. Si hay competencia, quiero competir”.

El terreno universitario, sin embargo, también reflejó dinámicas locales: el camporismo mantuvo su poder en Periodismo, pero no logró avanzar en facultades como Artes (ex Bellas Artes) ni superar el 10% en Derecho, a pesar de contar con recursos significativos para la campaña. Según un dirigente camporista, “En las tres facultades donde tenemos un armado fuerte nos mantuvimos. Y en Periodismo crecimos un poco. No hay retroceso”.
Mientras tanto, la JUP consolidó su control en las facultades más pobladas: Medicina, Humanidades y Psicología, arrebatando esta última a Franja Morada, pese a denuncias de supuestas irregularidades que no prosperarían. En paralelo, la UCR mantuvo relevancia en 9 de las 10 facultades que conducía, reafirmando su presencia histórica aunque limitada frente a la fuerza del peronismo y Franja Morada.

Resultados generales de la elección
Casi 75.000 alumnos participaron para elegir a los presidentes de los 17 centros de estudiantes y representantes en los Consejos Directivo y Superior. Los principales resultados:
- Franja Morada: 24,5% de los votos, manteniendo su fortaleza histórica.
- JUP: 25% de los votos, escalando posiciones en varias facultades.
- La Cámpora: 6,5% de los sufragios, sólo conservó Periodismo.
- Grabios / La Mella: 17% de los votos.
- Libertarios: 1,9% del total, con apenas 1.413 votos entre cinco facultades.
“Siempre es duro militar para el partido del Gobierno, y más aún porque desde allí se expone un rechazo a la universidad pública y gratuita”, señaló un funcionario de la UNLP.

Estos resultados marcan un nuevo equilibrio de fuerzas en la UNLP, donde el peronismo no kirchnerista gana espacio y La Cámpora se concentra en su bastión histórico de Periodismo, mientras que Franja Morada mantiene su fortaleza y los libertarios continúan con mínima participación.
La UNLP, la universidad más grande de la Provincia y tercera a nivel nacional, sigue siendo un laboratorio político donde se reflejan las tensiones del peronismo bonaerense. Aunque la conducción colegiada permite que todas las expresiones tengan representación, en las aulas se percibe claramente la disputa por la influencia, los votos y el futuro de los líderes estudiantiles, que podrían proyectarse hacia la política provincial y nacional.

