El gobierno de Chubut lanzó esta semana una serie de descuentos en supermercados y comercios para empleados públicos y jubilados de la provincia. La iniciativa busca “aliviar la economía familiar”, según fuentes oficiales, e incluye descuentos de hasta el 40% en pagos con tarjeta vinculada a bancos locales y promociones especiales por fechas como el Día de la Madre.
Lo curioso es que la medida recuerda a programas ya implementados desde hace años en otras provincias, como Cuenta DNI en Buenos Aires, la billetera virtual del Banco Provincia. Allí, bajo la gestión de Axel Kicillof, los consumidores bonaerenses acceden a promociones en supermercados, carnicerías, ferias, librerías y farmacias, con descuentos por días de la semana y topes de reintegros que permiten un ahorro concreto.
Mientras Kicillof impulsó estos beneficios bajo un enfoque de Estado presente para “cuidar el bolsillo” de los ciudadanos, Nacho Torres, quien pertenece a un espacio político que suele abogar por un Estado menos interventor, adopta una política prácticamente idéntica. La diferencia, en este caso, está en la retórica: el gobernador PRO suele criticar la “intervención estatal” en la economía, pero no dudó en replicar la estrategia cuando el bolsillo de sus electores se ve afectado.
Las promociones en Chubut incluyen descuentos del 30% y 40% en supermercados y locales adheridos, reintegros en cuentas y compras en cuotas con tarjeta Patagonia 365, especialmente dirigidas a empleados públicos y jubilados. Además, se destaca la promoción especial por el Día de la Madre, que busca incentivar las compras en comercios locales. Un esquema que, en esencia, reproduce el modelo bonaerense de Kicillof.
De esta manera, la gestión de Torres evidencia que, a veces, las ideas “ajenas” terminan siendo adoptadas cuando conviene, incluso si eso significa aplicar políticas que el propio espacio político solía criticar. Al final, cuidar el bolsillo parece ser un lenguaje que trasciende banderías políticas, aunque implique imitar al rival.