En medio de su enfrentamiento comercial con las potencias asiáticas y otros países por su política proteccionista, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó su discurso durante la cena de recaudación de fondos del Comité Nacional Republicano del Congreso para ironizar sobre los líderes que intentan negociar con Washington.
“Estos países nos están llamando para besarme el trasero”, lanzó Trump, al referirse, sin nombrarlos, a los mandatarios que, según él, están “muriéndose por cerrar un acuerdo” con Estados Unidos.
Si bien el presidente norteamericano no mencionó nombres concretos, en las redes sociales varios usuarios interpretaron que el comentario podría haber estado dirigido al presidente argentino, Javier Milei. Es que el libertario se ha mostrado constantemente efusivo por mostrar su cercanía con Trump, aunque en su último viaje a Estados Unidos (en el que buscaba negociar una reducción de aranceles), no logró ser recibido por el líder republicano, volviendo a Buenos Aires sin siquiera una foto.
En este contexto, surge inevitablemente un interrogante: ¿Qué sentido tiene para Javier Milei alinearse de manera tan incondicional con Donald Trump, aún a costa de enfrentarse con buena parte del mundo, si el propio líder republicano aplica una política proteccionista que afecta por igual a aliados y adversarios? Mientras Milei profundiza su estrategia de confrontación con referentes políticos que cuestionan a Trump (Como Lula da Silva en Brasil o Gabriel Boric en Chile, a quien suele descalificar por considerarlos “zurdos), lo cierto es que esos países enfrentan exactamente las mismas barreras arancelarias que la Argentina.
La política exterior del libertario argentino, basada en gestos ideológicos más que en resultados concretos, parece choca una y otra vez contra una realidad donde Estados Unidos prioriza sus propios intereses, y que sólo podría acercarse a negociar con Argentina cuando realmente lo necesite, como para negociar la explotación de los recursos minerales que abundan en nuestras tierras.
Trump suspendió aranceles a 75 países pero endureció el conflicto con China
En paralelo, este miércoles, Trump sorprendió al anunciar que suspenderá por 90 días los aranceles que había impuesto a más de 75 países, en un intento por enviar un mensaje de calma a los mercados internacionales.
La medida, sin embargo, no incluyó a China. Por el contrario, el mandatario republicano confirmó que elevará los aranceles contra el gigante asiático hasta un 125%, en respuesta a lo que consideró una provocación. “Basándome en la falta de respeto que CHina ha mostrado a los mercados mundiales, por la presente elevo el arancel cobrado a China por los Estados Unidos de América al 125%, con efecto inmediato”, escribió en su cuenta de Truth Social.
El anuncio se conoció luego de que Beijing respondiera a la ofensiva comercial de Washington con un aumento del 34% en los aranceles a productos estadounidenses. Como respuesta, la administración republicana decidió redoblar la apuesta: primero aplicó un 104% de impuestos, y luego elevó ese número a un 125%.
No obstante, el líder norteamericano intentó transmitir tranquilidad a sus seguidores y a los mercados. “¡Tranquilos! Todo va a salir bien. ¡Estados Unidos será más grande y mejor que nunca! Es el momento de comprar”, publicó en redes sociales.
Por su parte, el Ministerio de Finanzas de China respondió esta mañana con nuevas medidas económicas que profundizan aún más el conflicto entre las dos principales potencias del mundo