El presidente Javier Milei enfrentó este sábado un clima hostil en su paso por el Litoral argentino. Lo que debía ser una jornada de cercanía y campaña terminó marcada por protestas, tensión y un inédito despliegue de seguridad, primero en Santa Fe, donde debió suspender una caminata, y luego en Entre Ríos, donde el operativo policial buscó evitar nuevos incidentes.
Protestas y cancelación en Santa Fe
Todo comenzó a media mañana en la peatonal San Martín, en pleno centro de la capital santafesina. Militantes de La Libertad Avanza aguardaban al Presidente con banderas y un gazebo, mientras él permanecía en el hotel Los Silos, a unas cuadras del lugar. La situación cambió cuando arribaron grupos opositores y militantes de izquierda, que desplegaron pancartas con consignas de repudio y declaraciones de “persona no grata”.
En medio de empujones, los manifestantes derribaron el gazebo libertario y arrojaron huevos, lo que desató un clima de creciente tensión. La policía y Prefectura reforzaron la seguridad en torno al hotel, donde el mandatario salió brevemente a saludar a sus simpatizantes, rodeado por un cordón de efectivos.
Finalmente, la caminata se suspendió y Milei abandonó la ciudad escoltado por su comitiva rumbo a Paraná. El periodista César Biondini resumió el episodio en redes sociales: “Milei huyó de Santa Fe a Paraná. La capital entrerriana está llena de policías y Frigerio tuvo que recibir a los hermanitos en un salón cerrado y protegido por agentes federales”.
Paraná blindada: un acto cerrado y anuncio de la Hidrovía
En la capital entrerriana, el Presidente fue recibido por el gobernador Rogelio Frigerio y buscó recomponer la escena con un breve acto de La Libertad Avanza en la costanera baja de Paraná. Sin embargo, la actividad se desarrolló en un espacio cerrado al público general y con fuerte custodia policial.
Según describió el portal local Página Política, Milei descendió de una camioneta cerca de las 18.40, caminó apenas unos metros por la costanera y se dirigió a sus seguidores desde el techo del vehículo, megáfono en mano, en medio de un intenso calor.
“No tiremos a la basura todo el esfuerzo. No aflojen. Sé que la pasamos mal, pero vamos en la dirección correcta”.
A su lado estaban Karina Milei, el candidato a senador Joaquín Benegas Lynch y el gobernador Frigerio, quien destacó la “importante convocatoria” y remarcó que “la mayoría de los entrerrianos no queremos volver al pasado”.
Mientras tanto, en la costanera alta, un grupo de manifestantes intentó descender hacia el área del acto y fue reprimido por las fuerzas de seguridad, que impidieron su avance.
Ya sobre el cierre, Milei buscó imprimir un tono institucional al viaje: junto a Frigerio, anunció que la Hidrovía Paraná-Paraguay incorporará un nuevo tramo por Entre Ríos, a través del dragado de los ríos Paraná Bravo y Paraná Guazú, con inversión privada. El proyecto —según indicó el Gobierno— apunta a desarrollar nuevos puertos en la provincia y ampliar su participación en el comercio fluvial.
“Estamos en un momento difícil, pero vale la pena seguir. Esta vez, si aflojamos, la Argentina retrocede”, cerró Milei en tono de arenga.
La jornada, que buscaba mostrar fortaleza política, terminó revelando un contraste cada vez más visible: entre la adhesión militante dentro de los vallados y el creciente malestar en las calles, el Presidente recorrió dos provincias bajo custodia, blindado frente a un clima social cada vez más encendido.