A estas alturas a nadie le asombra la tarea de fogonear determinados asuntos políticos que a diario los medios de comunicación realizan en Argentina con datos “flojos de papeles”. Lo llevan a cabo horadando a través de supuesta información no chequeada (o directamente inventada), porque más que informar pretenden crear un clima para que sus deseos se hagan realidad. El tema de saqueos es recurrente en cada ciclo gubernamental que no les gusta, o al que ven débil y pretenden hacerlo finalizar antes de tiempo.
Alfonsin, De la Rúa, Duhalde, y en algún punto hasta el propio Macri, sufrieron estas operaciones que en algunos pocos casos tuvieron, luego, un correlato real.
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Esta vez, con la sociedad ya “vacunada” contra la enfermedad de los avisos de saqueos, se debe actuar con la guardia alta para que no suceda como en el cuento del pastor, el lobo y las ovejas, en donde de tantas veces que se anuncia la llegada de ese temido momento, se minimiza y se convierte en parte del paisaje habitual ante cada crisis.
EL ETERNO “CONURBANO Y LOS SAQUEOS”
Así parece actuar nuevamente Clarín frente a un renovado alerta, débil de constatación, que irresponsablemente publica acerca de posibles saqueos (a los que decidió nominar como “desbordes“, aunque luego en la web lo modificó) sin citar un solo nombre propio que se haga cargo de semejante alerta, tan dolorosa para la historia ya no tan reciente de la Argentina.
Como siempre, es el conurbano el lugar elegido para el imprudente anticipo de esos temidos saqueos puestos en boca de “ene enes“, a partir de una declaración del Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires Sergio Berni minimizando esa posibilidad.
Asi fue el inquietante título de la fantasiosa nota de Clarín: “Intendentes del GBA piden a Berni más policías ante posibles desbordes“.
Ese encabezado, que se ubicó en tapa del diario de papel, cambió en la web por: “Tensión en el GBA
Los intendentes le reclaman más seguridad a Sergio Berni y abren un nuevo frente con la Provincia”, quitando el giro “posibles desbordes“.
A lo largo del imaginativo artículo de Clarín, puede notarse como el único dato real que esgrime son las exaltadas declaraciones de Juan Grabois de la semana pasada en donde ni siquiera mencionó el término saqueos pero que el matutino interpretó libremente de esa manera bajo el eufemismo “desbordes”.
La operación política que refleja una proyección del deseo de Clarín de azuzar tal situación queda de manifiesto al leer los testimonios que cita la nota de supuestos referentes del conurbano… A saber: “Un jefe comunal del sur del GBA que habla mucho con Máximo“, es el primer testimonio utilizado como fuente.
Otro intendente, supuestamente ofuscado por la falta de policía que pudiese contener los “quiméricos saqueos”, Clarín lo cita diciendo “se queja un alcalde de una comuna del Oeste“.
Ante otra declaración por la supuesta falta de interés de la población en transformarse en colaboradora rentada de la policía, la cita que hace Clarín es a un fantasmagórico “Secretario de Seguridad de un municipio siempre apuntado a la hora de los posibles disturbios sociales“, al que por supuesto no nombra, pero lo ubica también en el conurbano.
Otras de las vagas alusiones a las fuentes que sostienen el artículo utilizan los giros idiomáticos más imprecisos, dudosos y vacilantes cuando citan:
“aclaran desde la comuna“
“ indica el intendente de uno de los municipios más grandes del GBA“
“ se sincera un ministro del Gabinete provincial“
“ señalan“
“ explican“.
Es decir la nota de Clarín parece rogar a sus lectores “Crean en nosotros y en nuestras secretas fuentes porque jamás les mentiríamos”.
Cuestión de fe.
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