No podía ser. Estudiantes lo supo desde el momento en el que Santiago Núñez cometió ese error de cálculo que favoreció a Uvita Fernández en el 0-1 ante Belgrano. No podía ser. Porque el trámite no ameritaba una derrota. Porque el cerco ofensivo en los alrededores del arquero de Belgrano era indicio de la voluntad del equipo de Eduardo Domínguez de llevarse algo cuando parecía que se quedaba sin nada. Y el empate fue justo, entonces, a una semana de un Clásico Platense que será, como siempre, un torneo aparte.
Por eso resultó un desahogo ese flipper en el final luego de que Gabriel Neves enviara el centro, que Román Gómez la bajara y que Facundo Rodríguez la marcara luego del desvío en Gabriel Compagnucci. Porque es tan cierto que el Pincha había cometido un error grave que derivó en el 0-1 como que a lo largo del partido —y especialmente en el final— había arrinconado a un rival difícil de doblegar.
Quizás el problema de Estudiantes fue no haber pegado en el primer tiempo. Que ese remate cruzado de Arzamendia sobre el cierre no se haya metido. Que el dominio del Pincha, desdoblando a los laterales para generar superioridad en las bandas, no se haya concretado en la red. Porque era claro que Belgrano iba a avanzar, a atacar la zona más endeble (la banda derecha) y buscar hasta hallar una clara. Un bochazo cruzado mal rechazado fue esa “una”. Y la aprovechó.
Eduardo Domínguez, sin embargo, podrá rescatar el envión. El ímpetu para no dejarse noquear por esa piña. Y seguir atacando, buscando, generando situaciones: un remate de Gómez que tapó Cardozo, otro cabezazo que el arquero también sacó por arriba del travesaño, un blooper del defensor rival al que casi se le mete la pelota en su propio arco… Todo estaba dado para que llegara la igualdad. Y llegó.
Vendrá el tiempo de la reflexión. Y de las conclusiones en frío. Es real que Estudiantes podría haber quedado puntero, pero también estuvo cerca de llegar al límite y de alejarse demasiado de las clasificaciones internacionales. Y eso es importante. Tanto como que después de la casi épica ante Flamengo, la cosecha ha sido magra: apenas tres puntos de nueve, que han puesto en riesgo no sólo la chance de avanzar a los mata-mata del Torneo Clausura sino también a las Copas. Cuestiones a evaluar en el Country. Con mayor tranquilidad. Con Gimnasia en el horizonte.