Las recientes decisiones del gobierno de Javier Milei, especialmente el acuerdo financiero con Estados Unidos que incluye un swap de 20.000 millones de dólares, parecen estar tensionando las relaciones internacionales de Argentina. El país, que en los últimos años había consolidado a China como un socio comercial estratégico, ahora enfrenta la advertencia de Pekín frente a lo que considera un intento de EE.UU. por intervenir en la región.
La embajada de China en la Argentina se refirió este sábado a las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien había planteado que el acuerdo con el gobierno de Milei busca reducir la influencia de China en el país. En un comunicado divulgado en redes sociales, el organismo calificó los comentarios como “provocadores” y señaló que reflejan “una mentalidad arraigada en los tiempos de la Guerra Fría”, que lleva a Washington a “moverse con un ánimo de confrontación e intervencionismo en los asuntos de otras naciones soberanas”.
Pekín destacó que, por el contrario, la cooperación con América Latina se basa en “respeto, igualdad, colaboración y beneficio mutuo”, ajustándose “a las necesidades e intereses estratégicos de ambas partes” y contribuyendo al desarrollo económico y social de la región. En contraste, la embajada criticó a Estados Unidos por “intentar imponer su hegemonía, interfiriendo en los intereses de los pueblos y controlando a los países de la región”, y señaló que sus actos de “hegemonía y bullying” son evidentes.
El comunicado enfatizó que “Scott Bessent y Estados Unidos deben entender que América Latina y el Caribe no es el patio trasero de nadie” y advirtió que no pueden perturbar la cooperación entre China y la región, definida como un vínculo profundo que “jamás fue utilizado para perjudicar a terceros países”. Finalmente, el texto subrayó que los países latinoamericanos “tienen el derecho a elegir, con independencia y libertad, cuál es su camino de desarrollo y quiénes son sus socios en materia de cooperación” y recomendó que Washington deje de “sembrar discordia y crear problemas donde no los hay”, enfocándose en aportar al desarrollo real de la región.