En el marco de la investigación por el triple crimen de Florencio Varela fue indagada una de las detenidas: Celeste Magalí González Guerrero, y la mujer prendió el ventilador con dichos escalofriantes y complicó a su pareja, Miguel Ángel Villanueva Silva, informaron fuentes judiciales.
Celeste fue indagada por el fiscal Carlos Arribas, el titular de la fiscalía que investiga los homicidios de Lara Gutiérrez (15), Brenda del castillo (20) y Morena Verdi (20).
La indagada, de 28 años, admitió ser la inquilina de la vivienda donde asesinaron a las tres chicas, y dijo haber estado esa noche del 17 de septiembre.
Celeste confesó ser una dealer y que vendía drogas junto a su pareja, provistas por Pequeño J, en Florencio Varela.
La arrepentida detalló que Lara, Brenda y Morena se bajaron de la camioneta Chevrolet Tracket blanca sonrientes, pensando que se trataba de una fiesta.
La joven de 28 años indicó que junto a las tres chicas llegaron en la camioneta Pequeño J, Víctor Sotacuro y un hombre alto, armado con una pistola.
En la casa, dijo Celeste, se encontraban David Gustavo Morales Huaminí, alias el loco David, Manuel David Valverde Rodríguez y otro más que no pudo identificar.
Celeste señaló que ella salió con una mochila para vender droga y cuando regresó a la casa, Miguel, su pareja, le confesó haber matado a una de las chicas cuando quiso escapar.
Una video llamada en vivo
Según Celeste, Miguel asesinó a una de las jóvenes con un destornillador, un vidrio y un fierro. Y hasta detalló que mataron primero a Brenda y luego a Lara.
La joven se refirió también al móvil. Dijo que Brenda junto a otra joven habían robado 30 kilos de cocaína a Sotacuro y que por los crímenes alguien pagó un millón de dólares.
Celeste también explicó que en una video llamada transmitieron en vivo los asesinatos a pedido de un tal Abel y un tal Lima.
En la casa, de acuerdo a Celeste, Matías Ozorio cabó un pozo junto a Nero y Paco.
Con los dichos de la mujer, desde la fiscalía ordenaron allanamientos y el pedido de captura internacional de los hombres indicados, los que ya estaban en la mira de la justicia.