En un contexto económico complejo y con tensiones políticas dentro del oficialismo bonaerense, el intendente de Coronel Rosales, Rodrigo Aristimuño, analizó la situación financiera del municipio, el impacto social de la crisis, la falta de acompañamiento del Gobierno Nacional, y la necesidad de cerrar filas detrás de la gestión de Axel Kicillof, a quien definió como “el conductor del peronismo bonaerense y el protagonista del futuro”.
Crisis económica y demanda social en alza
Al ser consultado sobre cómo enfrenta el municipio el cierre del año, Aristimuño reconoció que la situación es crítica. “Tenemos un problema que tiene que ver con la economía en general, la baja actividad. Achiqué la planta de gobierno y en mi caso dono parte de mi sueldo, porque la verdad que estamos ante una complejidad”, explicó, en diálogo con INFOCIELO. Y añadió que debió segmentar el pago de salarios: “Los trabajadores municipales ya cobraron el 31, los concejales van a estar cobrando el quinto día hábil, y tuve que descalafonar los pagos: los jefes de área un día, los directores otro, los secretarios otro, y el intendente cobrará último”.
En ese mismo sentido, adelantó que evalúa medidas extraordinarias ante el pago del medio aguinaldo. “Estoy pensando en que el gabinete o parte del gabinete no tenga que cobrarlo”, señaló.
Aristimuño remarcó además que el municipio funciona con un presupuesto prorrogado, situación que complica el cierre del ejercicio. “No tengo presupuesto, estoy con presupuesto prorrogado, con lo cual vamos a tener excesos. Con superávit no, porque desde la vuelta a la democracia en dos oportunidades un intendente no tuvo presupuesto, y yo soy uno de ellos. El Concejo Deliberante no me aprobó el presupuesto del año pasado”, afirmó. Según explicó, el cuerpo legislativo local “va a llegar con mil millones de pesos de déficit presupuestario, que tuve que readecuar para poder pagar sueldos y mantener el sistema sanitario”.
En materia social, el jefe comunal aseguró que la demanda alimentaria creció de manera exponencial. “Históricamente, Rosales acompañó alrededor de 200 familias desde Desarrollo Social. Hoy estamos acompañando a más de 2.000 familias; solo en agosto se incorporaron 100 nuevas. Eso muestra el estado de situación, porque el vecino asalariado ya no llega”, describió.
Consultado sobre la asistencia nacional ante las emergencias climáticas que afectaron distintas regiones bonaerenses, Aristimuño fue categórico: “A Rosales no le dio para la tormenta absolutamente nada. Vetó la ley, y estoy esperando. Había una diputada de acá que anunció con bombos y platillos que el Estado Nacional nos iba a ayudar y no nos dio nada”. Y agregó: “Si ahora está ayudando a las localidades que sufren consecuencias por la inclemencia climática, no es para festejar: es lo que tiene que hacer”.
El intendente sostuvo que “ojalá el Gobierno Nacional ponga los recursos que tiene que poner porque los recauda”, pero aclaró que “no es para celebrarlo porque está haciendo lo que tiene que hacer”. En ese punto fue tajante: “En mi región anunciaron con bombos y platillos y después no cumplieron con nada”.
En el plano político, analizó el escenario tras las últimas elecciones y la performance del oficialismo provincial. “Creo que se votó con un sesgo de anti muy fuerte. No se votó a favor del gobierno, sino en contra de algo. Se generó temor en la sociedad y eso se capitalizó electoralmente. Pero está claro que la sociedad no la está pasando bien”, evaluó.
Para Aristimuño, la ciudadanía no votó un ajuste estructural: “La sociedad no votó ajuste en materia de obra pública ni en salud. A los intendentes nos piden inversión en escuelas, en cultura, en deporte. No votó ajuste, votó con temor. Nosotros, como espacio político, tenemos que repensar algunas cosas y empezar a hablar a los jóvenes. Hay que ser autocríticos”. En esa línea, destacó el rol de Axel Kicillof: “Fue el que se puso la campaña al hombro y fue clarísimo en el mensaje. Estuvo muy bien”.
Respaldo pleno a Kicillof y mensaje a la interna
Al referirse a la ausencia de intendentes en las listas legislativas, consideró que “por primera vez no tuvimos representantes en la lista de diputados nacionales”, aunque aclaró que “eso no implica que no hayamos trabajado”. “Militamos la lista, no se nos puede decir que fue responsabilidad de los intendentes. Se votó con Boleta Única, lo cual generó complicaciones, y el escrutinio definitivo mostró que no fue la foto que quiso mostrar el gobierno ese domingo. Fue un empate técnico prácticamente”, afirmó.
Respecto al Presupuesto bonaerense, Aristimuño pidió a todos los sectores políticos acompañar el proyecto del Ejecutivo provincial. “Hay que darle las herramientas al gobernador. Pedimos que los legisladores, tanto de nuestro espacio como de la oposición, acompañen la ley de leyes porque el gobernador tiene que tener las herramientas para gobernar la provincia más importante del país”, sostuvo.
En cuanto a las tensiones internas dentro del peronismo, fue claro: “Todos los intendentes de la MDF fuimos claros con un comunicado. Como dijo el gobernador, no entramos en internismo: tenemos que gobernar y preocuparnos por lo que pasa con nuestra gente”. Y lanzó un mensaje a sus pares: “Los compañeros de todo nuestro espacio tienen que defender al gobernador. Está gestionando la provincia bajo ataque permanente del presidente, que ha dicho públicamente que la quiere fundir. Aquel que no defiende al gobernador deberá hacer su autocrítica”.
Aristimuño aseguró que Kicillof es el conductor del espacio: “Lo vi muy convencido, muy firme, defendiendo a los bonaerenses y ofreciendo alternativas. Me pone muy contento tenerlo como conductor”. Y concluyó: “No tengo dudas de que Axel es el protagonista en ese esquema. Eso es lo que hay que defender”.

Sobre la designación de Diego Santilli en el Gabinete nacional, el intendente fue crítico: “Es una cuestión interna de ellos, pero Santilli ha estado en todos lados. No le tengo confianza. Ha hecho declaraciones en contra de la provincia y del gobernador. Debería ser más respetuoso y cuidar la institucionalidad. El gobernador representa a todos los bonaerenses”.
Por último, remarcó la necesidad de diálogo institucional: “El nuevo ministro tiene que empezar a dialogar con todos los gobernadores, independientemente de sus posturas. Axel siempre defendió a los bonaerenses de todos los ataques del presidente, y eso no lo tiene que excluir de las discusiones ni de las decisiones nacionales”.

