El expresidente Alberto Fernández cuestionó con dureza la decisión del juez federal Sebastián Casanello, quien este jueves dictó su procesamiento en la causa que investiga supuestas irregularidades en la contratación de seguros durante su gestión. A través de un comunicado y un mensaje en redes sociales, el exmandatario consideró que la resolución es “arbitraria, prematura e infundada”, y denunció que se lo persigue “por ser peronista”.
Según sus abogados defensores, Fernández fue procesado “por una imputación por la que no fue indagado”, lo que, a su entender, viola el principio de congruencia y afecta su derecho a la defensa. Anunciaron que apelarán la medida ante la Cámara Federal de Apelaciones con la expectativa de que se anule el fallo y se “encauce la investigación con parámetros objetivos tendientes a la averiguación de la verdad”.
El comunicado oficial remarca que la resolución, que supera las 400 páginas, solo dedica unas pocas al rol del exjefe de Estado, y que incluso esas líneas “se fundan en presunciones que nada tienen que ver con algún accionar delictivo”. En ese sentido, cuestionan que el magistrado haya adoptado su decisión sin haber producido “ninguna de las pruebas ofrecidas” por la defensa ni contar con el análisis de especialistas en materia de seguros.
“El Dr. Casanello arribó a esta decisión sin haber producido ninguna de las pruebas ofrecidas por el Dr. Fernández en reiteradas oportunidades”, señalaron desde su entorno. También advirtieron que la resolución vulnera principios básicos del derecho penal, como el de culpabilidad, proporcionalidad y el derecho de defensa en juicio.
A través de sus redes sociales, el expresidente profundizó sus críticas: “Ayer la (in) Justicia Federal dispuso mi procesamiento. Ya no me cuestiona un decreto que firmé para poner fin a la cartelización y a los negociados que se hacían con los seguros del Estado. Ahora, repentinamente, se me imputa no haber advertido el ‘riesgo’ que suponía nombrar como secretaria a la esposa de un productor de seguros”.
Fernández cerró su descargo con una definición política: “Como alguien que cree en la república, aún cuando advierto la enorme crisis que sufren hoy las formas republicanas, seguiré intentando que la Justicia Federal cumpla su función de impartir Justicia y deje de perseguirme por ser peronista para complacer a los medios de comunicación”.

