La desidia y el abandono estuvieron a punto de convertir al Polo Judicial de Olavarría en un elefante blanco. La megaobra anunciada con bombos y platillos en 2017 como un ícono de la modernización, se convirtió en una de las cicatrices que recuerdan el paso por el poder de la exgobernadora María Eugenia Vidal en el centro bonaerense.
Con apenas un 40% de ejecución, el gigante de hormigón se paralizó en 2019 producto de una denuncia por corrupción. Hoy y luego de numerosas gestiones y acciones de colaboración entre entidades locales y autoridades del poder político y judicial, la obra figura en el presupuesto 2023 y quedó cerca de reactivarse.
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La inversión será de 700.000.000 millones de pesos y es por lejos, la principal obra que el gobierno provincial llevará a cabo en la localidad del centro bonaerense. En ese sentido, cabe mencionar que inversión global para el 2023 de la provincia en el distrito gobernado por Ezequiel Galli es de 865.338.684 millones de pesos.
Una obra rimbombante que se oxidó por el desmanejo político
Ubicada en pleno microcentro de Olavarría – frente a la plaza Álvaro Barros-, sus orígenes se remontan hasta la gestión del exintendente José Eseverri. El exalcalde tomó la decisión política de ceder la sede del Corralón Municipal para la construcción de un nuevo edificio judicial.
Los primeros cimientos se levantaron en tiempos de la gestión del actual intendente Ezequiel Galli y de la exgobernadora María Eugenia Vidal. La obra contaba con un presupuesto inicial de 425 millones de pesos y un tiempo de ejecución de unos 700 días.
Bricons SAICFI, una firma beneficiada con la obra pública en Capital Federal y señalada como una de las empresas aportantes en la campaña presidencial de Mauricio Macri, obtuvo la licitación y avanzó con la construcción durante dos años.
En 2019, paralizó la ejecución en reclamo de la actualización de precios. Alegaba una devaluación de la moneda durante el epílogo de la gestión de Cambiemos. De forma simultánea, se conoció una denuncia realizada por la Suprema Corte dirigida contra la gestión del por entonces ministro de Infraestructura bonaerense, Norberto Gigante, que detuvo por completo los trabajos, a raíz de una investigación iniciada en la Fiscalía General de La Plata.
En concreto, existían certificaciones de obra por un porcentaje mayor a los trabajos ejecutados (las inspecciones daban cuenta de un avance cercano al 60% cuando la realidad mostraba que la ejecución no superaba al 40%). Si bien en el ambiente, es considerada como una práctica más habitual de lo que parece, no por ello resulta menos grave.
“El polo judicial tiene una causa por corrupción”
A comienzos del 2022, el gobernador Axel Kicillof fue consultado por la prensa de Olavarría sobre la situación del Polo Judicial. Sin titubeos puso blanco sobre negro sobre la situación y dejó una definición categórica.
“El polo judicial tiene una causa por corrupción. Y eso es lo que tiene parada las obras. Y nosotros estamos desde que llegamos accionando sobre la justicia para que la causa continúe, se investigue. Porque yo no puedo decir si son responsables o no. Solo sé que están señalados. Y esperemos que esa causa vaya a fondo pero que mientras tanto nos liberen y nos dejen hacer las obras” remarcó.
La situación comenzó a destrabarse con el correr de los meses, como bien lo anticipó el propio gobernador hace quince días, durante su última visita a la localidad: “Hubo un trabajo del ministerio de Justicia con Julio Alak y permitió comenzar a destrabar la situación. Ya estamos en condiciones de avanzar, tenemos interés de hacerlo. Hay varios polos judiciales en esas condiciones pero Olavarría es una prioridad” destacó. Esa intención quedaría ratificada con su inclusión en el Presupuesto 2023.
El impacto del abandono en la obra y el daño ambiental en la zona
En el año 2020, el ministro de Justicia Julio Alak visitó Olavarría y se reunió con actores políticos, profesionales y judiciales de la región. En ese marco, realizó una recorrida por la obra paralizada del Polo Judicial de Olavarría y pidió un informe de situación al Centro de Ingenieros de la localidad.
Infocielo dialogó tiempo atrás con el ingeniero Marcos Cavilla, uno de los responsables de aquel pormenorizado relevamiento, quien dio cuenta del estado situacional de la obra en aquel momento (febrero de 2022).
“Pudimos observar que la obra tenía un avance de aproximadamente el 40%. Lo que hay que rescatar de nuestra visita y del informe es que es necesario que la obra se termine. La obra parada se está deteriorando. Después podemos hablar de cuestiones de obra que como profesionales de la construcción conocemos pero nunca fue nuestra intención ir por el camino de criticar o juzgar la obra” explicó.
En ese sentido, explicó que el objetivo de la entidad que presidió hasta fines de mayo fue “aportar a nuestra visión para mostrar que la obra no se siga deteriorando y para que los fondos del estado que están ahí no queden tirados”.
“Vemos que al estar abandonada y es una obra con subsuelos, los subsuelos están inundados. Son espacios que no están preparados para estar inundados y eso implica un deterioro de los materiales que no están dispuestos a estar en el agua. Vimos que empieza a aparecer oxidación en hierros que no deberían estar a la intemperie y esos procesos de oxidación y sobre todo en los que están parte en el hormigón y parte a la intemperie la oxidación comienza a trasladarse a la estructura y genera daños en el hormigón” describió.
Entre algunas de las zonas más deterioradas, se encuentra el sector exterior de la obra que significan un inconveniente diario para vecinos y transeúntes: “Hoy en día es tierra de nadie. Si pasas por calle 25 de mayo las veredas son muy difíciles de caminar. Inaccesible. La calle Vélez Sarsfield tampoco se puede transitar porque hay pozos, alambres maderas. También pudimos ver en la visita que hay gente en situación de calle que utiliza el lugar para dormir y se generan situaciones propias de la vida que no deben generarse en estos espacios” dijo.
Otra de las preocupaciones era la falta de vallado y de barandas y la falta de mantenimiento del sector.
Uno de los aspectos que más alarmaron a la comunidad – por su impacto visual- es la imponente grúa y sus movimientos con el viento. Sin embargo, los profesionales consideran que de todos los riesgos existentes era el más controlable y que su impacto es únicamente visual.
En el plano jurídico, otras fuentes consultadas por Infocielo advirtieron que la parte jurídica se destrabó – seguirá la investigación judicial de forma independiente a la continuidad de la obra- y que solo restaba el ok presupuestario de la Provincia.
Extraoficialmente, trascendió que los trabajos quedarían a cargo de la misma empresa y significarían un ahorro de tiempo importante, dado que se evitaría el proceso de rescisión y llamado a una nueva licitación.
A la espera de mayores confirmaciones, la inclusión de la obra en el Presupuesto 2023 es considerado un paso decisivo.
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