Diego Maradona siempre ha excedido lo futbolístico. Su sola presencia representaba mucho más que lo hecho dentro de una cancha. Un gesto suyo, una palabra e incluso alguna decisión tenían el poder de cambiar vidas. Como una especie de bendición, algo de todo eso parece haberle sucedido a Nelson Insfrán, hoy capitán y gran figura de Gimnasia.
De última gran actuación ante River, con ese penal atajado a Miguel Borja que valió tres puntos, el Mono debutó en el Lobo en Primera de la mano del Diez. Aquel estreno se dio el 29 de noviembre de 2019 ante Banfield en el Florencio Sola, donde el entonces DT del Tripero decidió confiar en el nacido Clorinda por sobre un cuestionado Alexis Martín Arias, de flojo andar.

Pese a la bendición, su primera vez resultó muy accidentada. El arquero apenas pudo estar en cancha 29 minutos en lo que hasta ese momento era una gran victoria del Mens Sana por 1-0. Fernando Espinoza, el árbitro de aquella tarde, siempre polémico, primero lo condicionó con una amarilla insólita y lo terminó expulsando por un penal claro 15 minutos después.
El protagonista se retiró desconsolado, pero rápidamente se encontró con el abrazo de un Diez tan atónito como él. No por la sanción del penal, correcta, sino por haber sido amonestado a los 13 minutos por hacer tiempo, según el criterio del mencionado Espinoza. La imagen paternal de Maradona para con el Mono rápidamente se volvió viral y quedó marcada en el arquero.
Tras ello, AFA le dio la razón a Gimnasia, que apeló para que le quitarán la sanción al golero, quien el siguiente encuentro volvió a atajar, antes del parate total del fútbol por la pandemia y de un mercado de pases en el que llegaría al Club Jorge Broun. Cabe recordar que Fatura fue el arquero elegido por Maradona durante gran parte de su ciclo.
Frente a este escenario, Insfrán debió esperar por una nueva chance, la cual nuevamente llegó en un contexto muy particular. Luego de ser alternativa de Tomás Durso durante todo el 2023, Leonardo Madelón decidió que estuviera bajo los tres palos nada menos que en el desempate por la permanencia ante Colón en Rosario. El Mono no falló. Actuación descomunal para mantener el cero en su valla y dejar al Lobo en Primera División.
Aquella fue su gran muestra de carácter. Sin haber visto acción, se calzó los guantes en un encuentro que definía el futuro de Gimnasia. Y cumplió con creces. Años después, y en una posición muy similar del equipo, otra vez lo mismo. Como si Diego así lo hubiera querido, se quedó con el penal de Borja nada menos que en cancha de River, en encuentro en el que el Club lo homenajeó, para tres unidades que prácticamente salvan al Lobo otra vez.
Resulta imposible no pensar en la conexión entre un protagonista que atravesó toda su carrera y su vida marcando a determinadas personas. Y allí, dentro de ese selecto grupo, parece estar Nelson Insfrán. Hoy por hoy no sólo el capitán del Tripero, sino también una de las principales razones de que el equipo siga en la Primera División. La mano de Dios en su máxima expresión.
Insfrán, una garantía en penales
En lo que va de este 2025, a Gimnasia le cobraron seis penales en contra, los cuales podrían haber costado carísimo de no ser Insfrán. El Mono contuvo nada menos que cuatro, mientras que le convirtieron los restantes dos, en lo que fueron derrotas del Lobo. Sin dudas, pieza clave para sumar unidades más que necesarias.
El correntino atajó ante Deportivo Riestra (1-1), frente a Talleres de Córdoba (0-2), ante Sarmiento en Junín (1-0) y el último ante River en el Monumental (1-0). Como contrapartida, le convirtieron Ignacio Malcorra, en aquella caída ante Rosario Central en Arroyito por 2-1 y Marco Iacobellis, en la derrota a manos de San Martín en San Juan por 1-0.


