El Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA–CONICET) publicó su reporte mensual correspondiente a agosto. El informe muestra el impacto que tienen los aumentos de tarifas autorizados por el Gobierno Nacional en los servicios públicos de luz, gas, agua y transporte en los hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Cuánto cuesta pagar las facturas.
La canasta de servicios públicos del AMBA alcanzó los 188.194 pesos en agosto. Esto significa que un hogar del conurbano bonaerense sin subsidios tuvo que destinar ese monto a cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua. De esta manera, las tarifas acumularon un aumento del 578% desde diciembre de 2023, cuando Javier Milei asumió la Presidencia. En ese mismo periodo la inflación general (el IPC del INDEC) fue de 158%.
A esos $188 mil se llega sumando los cuatro componentes de la canasta, pero no todos tienen la misma incidencia. De acuerdo al estudio del IIEP, el gasto en electricidad fue de $40.900, en gas de $43.105, en agua de $31.170 y en transporte público $73.019. Así se llegó al monto total que ya representa el 12,6% de un salario promedio registrado en la región (estimado en $1.493.920).
Lo cierto es que estas subas que impactan en los bolsillos de las familias tienen una explicación fundamental y es la caída estrepitosa de la cantidad de dinero que destina el Estado nacional a subsidiar los servicios. Según el mismo estudio del IIEP los subsidios reales acumulados a agosto cayeron un 57% interanual con recortes especialmente marcados en energía (-63%) y en agua donde fue eliminado por completo.
De esta manera, el Gobierno Nacional se ahorra billones de pesos para hacer gala del superavit fiscal y los usuarios de los servicios públicos afrontan los aumentos correspondientes. Las cifras oficiales del Ministerio de Economía llegan hasta julio, pero alcanzan para dar cuenta de esa situación: entre el mes pasado y julio de 2024 la cantidad de subsidios económicos a la energía fue 16.847 millones de pesos menor.
A pesar de los incrementos exponenciales, se espera que las facturas sigan llegando a los hogares del conurbano bonaerense con precios cada vez mayores. Es que el plan de Milei es reducir los subsidios a la mínima expresión y todavía falta para eso porque el Estado sigue cubriendo gran parte del costo de los servicios públicos, a excepción del agua.
La cobertura cambia entre segmentos y servicios, pero en promedio los usuarios pagan la mitad de lo que cuesta la canasta y la otra mitad se cubre con las compensaciones en cuestión. Por ejemplo, en el gas, donde el Estado tiene mayor incidencia, los usuarios N1 (de ingresos altos) pagan el 68% del costo real mientras que los N2 (ingresos bajos) cubren el 18%.