La obtención del Trofeo de Campeones en el Único de San Nicolás contra Platense tuvo un momento clave para Estudiantes. El partido no venía en la mejor sintonía y a los 17 minutos de la parte complementaria el entrenador Eduardo Domínguez decidió hacer un triple cambio, que incluyó el ingreso de Fabricio Pérez, un revulsivo que fue muy necesario.
En la cabeza del atacante estuvo la asistencia para el primer gol de Lucas Alario, teniendo una gran prestación como extremo por la derecha, desnivelando constantemente junto a Eric Meza. Más allá de tener una llave por izquierda con Edwuin Cetré, por el otro andarivel hubo mucha explosión con las variantes.
Hay otro aspecto llamativo también del joven categoría 2005 que fue recibido como un héroe en su San Juan natal: solamente disputó 17 encuentros en lo que fue la temporada, cosechando 540 minutos en el campo, muy poco, pero con un aporte que finalizó siendo significativo.

Para el pibe que ahora comparte unos días de descanso junto a su familia, con el Calamar fue la oportunidad de volver a jugar tras más de un mes sin acción, ya que había disputado el compromiso con Argentinos Juniors en UNO del 16 de noviembre y había perdido consideración por parte del deté. El destino tuvo una oportunidad más para él y no la desaprovechó.

