El gobierno de la provincia de Buenos Aires modificó el programa Centros Juveniles creado en 2018. La idea del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad es ampliar los objetivos de la iniciativa considerando el contexto actual de crisis socioeconómica. Los nuevos objetivos.
Las novedades quedaron oficializadas en la Resolución 2887/25 publicada en el Boletín Oficial de este viernes. Según la norma, “el contexto socioeconómico ha sufrido diversos cambios y alteraciones” con especial impacto “en el aumento de las personas en situación de vulnerabilidad social”.
Ese marco hizo que la Dirección de Políticas Solidarias propusiera ampliar los objetivos del programa Centros Juveniles para “asistir de manera integral a los jóvenes”. A esto le sumaron cambios en los procesos internos para “brindar mayor celeridad y economía en los plazos”.

El programa en cuestión lo que hace es subvencionar a entidades (municipios, instituciones religiosas o asociaciones civiles) que brindan asistencia a personas de entre 14 y 29 años en situación de vulnerabilidad. Esto seguirá siendo así aunque los centros deberán cumplir con nuevos requisitos para obtener la asistencia económica.
Según cifras oficiales, en 2019 había unos 187 centros juveniles en la provincia de Buenos Aires. Actualmente, llegaron a superar los 400 y están distribuidos por 64 municipios. Se estima que atienden diariamente a más de 16.000 jóvenes lo que demanda una inversión de más de 500 millones de pesos por mes.
Los 7 ejes del programa Centros Juveniles
Además de la atención alimentaria, estos centros van a tener que colaborar “en el desarrollo integral” de las personas en base a 7 ejes definidos por el gobierno bonaerense: Salud, Educación Sexual Integral (ESI), Social Comunitario, Pedagógico, Deportivo, Trabajo y Ambiente.
Respecto de la salud, la idea es trabajar en “la concientización sobre hábitos alimenticios saludables, el cuidado del cuerpo y la importancia de los controles médicos periódicos”.
Sobre la ESI, la Provincia pide “promover la aplicación efectiva de programas y materiales adecuados a cada etapa de desarrollo”. A esto le sumaron herramientas “para la prevención y detección de la violencia de género y el abuso sexual”.

El eje Social Comunitario busca promover la comunicación y el trabajo integral entre los centros juveniles y las familias de los beneficiarios para “fortalecer la organización y el entramado social”.
En cuanto a lo pedagógico la idea es “impulsar actividades de capacitación y estimulación orientadas a la inserción laboral, educativa y ocupacional”. “También se promueven acciones vinculadas a la lecto-escritura, la recreación, la expresión y el arte”, dice el documento oficial del programa.
Para lo deportivo, el objetivo es promover la práctica de distintas disciplinas deportivas entendiendo al deporte “como una herramienta de integración, encuentro y desarrollo comunitario”.
Uno de los pilares fundamentales del programa tiene que ver con el trabajo ya que el Ministerio pretende que los centros favorezcan la formacióin técnica. “Las juventudes están signadas por la vulnerabilidad laboral en este contexto y las facilidades a la hora de acceder al primer trabajo se reducen, siendo problemas más agudos en los jóvenes en situación de vulnerabilidad social”.
Finalmente, el séptimo eje está relacionado con el ambiente y la idea es “generar instancias educativas sobre el cuidado ambiental y en promover acciones comunitarias que lo fortalezcan”.

