El último Índice Líder (IL) elaborado por el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) encendió una fuerte señal de alarma sobre el futuro de la economía argentina. Según el informe, en agosto de 2025 el indicador cayó 4,72% en su versión desestacionalizada y 1,22% en la serie tendencia-ciclo.
El dato más inquietante es que la probabilidad de que la economía salga de la fase expansiva en los próximos meses trepa a 98,61%, lo que significa que la chance de entrar en recesión es prácticamente inevitable. Este dato contradice a la prédica libertaria que viene sosteniendo que “lo peor ya pasó“.
A nivel interanual, el Índice Líder muestra apenas una suba de 0,20% frente a agosto de 2024, un crecimiento marginal que contrasta con la magnitud de la caída mensual. En la serie tendencia-ciclo, la variación es de 2,42%, pero también desacelerando.
El Índice de Difusión, que mide cuántos de los componentes del IL muestran señales positivas, se ubicó en 20%: solo dos variables tuvieron resultados favorables —el precio internacional de la soja y la recaudación de IVA—, mientras que el resto exhibió retrocesos.
En paralelo, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) —referencia oficial de corto plazo— mostró en junio una leve baja de 0,09%, lo que confirma la pérdida de dinamismo en la economía real.
El IL se construye en base a diez variables clave: bolsa y Merval deflactados, agregado monetario M1, precio FOB de la soja, ventas de autos, recaudación de IVA, despacho de cemento, confianza del consumidor y producción industrial de minerales no metálicos y siderurgia. Su objetivo es anticipar cambios de tendencia en el ciclo económico con varios meses de anticipación.
Con estos resultados, el informe de Di Tella deja un mensaje claro: la economía argentina enfrenta una alta probabilidad de recesión en los próximos meses, con muy pocos motores activos para sostener la actividad.