El presidente Javier Milei se aleja de su prédica liberal y consolida sus rasgos autoritarios.
A sus ya habituales embates contra la división de poderes – con sus continuos ataques al Congreso y el Poder Judicial- o a la prensa, ahora sumó limitaciones por decreto al derecho a huelga y avanza en el desmantelamiento de la Secretaría de Derechos Humanos, pilar de las políticas de memoria, verdad y justicia.
En un reciente DNU, el presidente amplió el número de actividades consideradas esenciales. Con esa determinación, los sindicatos alcanzados deberán garantizar de manera obligatoria un funcionamiento de entre 50 y 75% ante cualquier conflicto salarial o de cualquier tipo.
¿Qué actividades tendrán limitado el derecho a huelga?
- El cuidado de menores y educación de niveles guardería, preescolar, primario y secundario, así como la educación especial.
- La aeronáutica comercial y el control de tráfico portuario; incluyendo balizamiento, dragado, amarre, estiba, desestiba, remolque de buques y todos los servicios portuarios.
- Los servicios aduaneros y migratorios, y demás vinculados al comercio exterior.
- El transporte marítimo y fluvial de personas y/o mercaderías y/o carga, servicios conexos y operaciones costa afuera, a través de los distintos medios que se utilicen para tal fin.
- La producción, transporte y distribución de gas y otros combustibles.
El gobierno degrada y desfinancia a las políticas de Derechos Humanos
En simultáneo, el gobierno nacional le bajó el rango a la secretaría de Derechos Humanos – pasó a ser subsecretaría- y anunció fuertes recortes en estructura y personal de estas áreas.
Según sostuvo el vocero presidencial Manuel Adorni, Nación va a recortar el 40% de la estructura y el 30% del personal.
“Esta cartera ahora sí se va a encargar de garantizar todos los derechos humanos, y no de defender un sector ideológico partidario” dijo.
Además avanzará en quita de fondos para la Cultura. El vocero detalló que el gobierno anterior tenía bajo su órbita 8 institutos nacionales “creados y sostenidos en función de intereses políticos y centrados en determinados personajes de la historia”, tales como el Instituto Yirigoyeneano y el Instituto Eva Perón. “Van a ser unificados con el objetivo de evitar funciones duplicadas y garantizar una mirada plural de la historia”.
Además, anticipó recortes en el Instituto Nacional del Teatro.