A partir de las 21 horas y en medio de una fuerte tensión política, el presidente de la Nación, Javier Milei, encabezará esta noche una cadena nacional para referirse a sus últimos vetos, en particular al rechazo de la ley que declaraba la emergencia en discapacidad. La medida había sido sancionada por diputados y senadores con el objetivo de recomponer las prestaciones otorgadas por la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), pero fue desestimada por el mandatario con el argumento de que ponía en riesgo el equilibrio fiscal.
La convocatoria, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni, se da en un clima de creciente enfrentamiento con el Congreso y en medio de movilizaciones de distintos sectores que reclaman la restitución de las pensiones suspendidas. Según datos oficiales, la ANDIS dio de baja más de 110 mil beneficios por invalidez, además de bajas por fallecimiento y renuncias, denunciando un “sistema corrupto” que habría desviado fondos por mil millones de dólares anuales.
Comenzó la cadena nacional
En el inicio de la cadena nacional de esta noche, Javier Milei aseguró que su gestión asumió “con un mandato económico claro: terminar con la inflación y generar las condiciones para que la Argentina crezca de forma sostenida en el tiempo”. Remarcó que el objetivo es “arreglar la economía de raíz, sin atajos ni gradualismo”, y que la clave pasa por “el orden fiscal, el orden monetario y el orden cambiario”.
Milei afirmó que, luego de un año y medio de gestión, su programa “empezó a arrojar sus primeros resultados”: “La inflación se ha desplomado, pasando de una tasa interanual de 300% cuando asumimos a una tasa interanual del 25%, y va camino a desaparecer para mitad del año que viene”. También señaló que “sacamos de la pobreza a más de 12 millones de personas, de los cuales más de 2,5 millones son jóvenes”, y que la indigencia “pasó del 20,2% al 7,3%”.
En tono crítico, el mandatario sostuvo que en el último mes “hemos presenciado un nuevo espectáculo lamentable en la política argentina”, al apuntar contra el Congreso por impulsar leyes “dirigidas a destruir el superávit fiscal que tanto esfuerzo nos ha costado a los argentinos”. Según indicó, las iniciativas aprobadas —entre ellas la reinstalación de la moratoria previsional, el aumento del salario docente y de las prestaciones por discapacidad— implican “un gasto anualizado prácticamente del 2,5% del PBI, equivalente a una YPF por año”.
El presidente advirtió que detrás de las iniciativas votadas por el Congreso “no se trata de que los jubilados, docentes o discapacitados tengan mejores ingresos”, sino de “poder, de una clase política que hace dos años perdió el poder y va a hacer cualquier cosa con tal de recuperarlo, sin importar si eso implica destruir la estabilidad que tanto nos ha costado conseguir”. En esa línea, señaló que “mi tarea como presidente no es hacer lo que me conviene a mí en términos de poder, sino asegurar el presente y futuro de los 47 millones de argentinos. No vine a buscar atajos, sino a dar vuelta la página de nuestra decadente historia. Mi tarea no es parecer bueno, es hacer el bien, incluso si el costo es que digan que soy cruel”.
Milei profundizó en su crítica al gasto público, afirmando que “aumentarlo es un acto destructivo” porque, cuando el Estado gasta más de lo que recauda y no puede endeudarse o subir impuestos, “recurre a la emisión monetaria para financiar sus gastos”. Explicó que esto significa “agregar dinero inventado a la masa de dinero existente en la economía, lo cual produce inflación” y que “la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario, causado por el exceso de oferta de dinero”. Según el mandatario, emitir billetes “no crea riqueza, sino que la destruye” porque “la cantidad de bienes y servicios disponibles sigue siendo la misma, lo que hace que haya más pesos por cada bien y servicio”.
El presidente enfatizó que la inflación “roba poder de compra a los sectores más vulnerables que no pueden defenderse de este atropello”. Explicó que este fenómeno es difícil de detectar porque “actúa con un rezago de 18 a 24 meses, disociando las causas de su efecto”. En ese sentido, aseguró que “nosotros fijamos la cantidad de dinero hace un año, lo que hará que para el año que viene la inflación desaparezca por completo”.
Milei también criticó la desigual distribución del impacto inflacionario, al señalar que “como el Banco Central no le deposita el dinero emitido a cada uno de los argentinos en su bolsillo, y por ende no se le deprecian los pesos a todos por igual, quienes emiten el dinero pueden gastarlo antes de que los precios se vean afectados”. Según él, “quien reparte, como siempre ocurre en la política, se queda con la mejor parte”.
En relación al tipo de cambio, el mandatario desestimó la creencia de que “el valor del dólar determina los precios de la economía” y que “la suba del dólar va a causar un aumento de todos los precios para siempre”. Argumentó que “cuando la base monetaria está fija, un cambio en la demanda relativa de bienes solo produce variaciones en los precios relativos, no en el nivel general de precios”. Aclaró que “la única forma de que haya inflación es que el Banco Central emita dinero para evitar la caída de precios relativos, lo que hace subir los precios más que proporcionalmente”.
Finalmente, Milei concluyó que “cuando se terminen de eliminar los rezagos de la emisión monetaria del pasado, las fluctuaciones del dólar, la papa o las zanahorias no tienen por qué impactar sobre el nivel general de precios ni en la tasa de inflación”. Remarcó que “la única relación causal que existe es desde la cantidad de dinero hacia el nivel de precios, no existe relación causal entre el tipo de cambio y el nivel de precios”.
El presidente afirmó que “la cantidad de dinero es la que va a determinar los precios y, si la dejamos constante, una vez que se limpien los rezagos de la política monetaria heredados del desastre de la gestión anterior, la inflación solo será un mal recuerdo del pasado”. Sin embargo, advirtió que el Congreso “está impulsando gastos sin explicar su fuente de financiamiento y sin preocuparse si esa fuente implique imprimir dinero”.
Según el mandatario, estas decisiones del Parlamento “no proponen otra cosa que, o más impuestos que destruyen el crecimiento económico, o más deuda causando un genocidio contra las generaciones futuras, o más inflación, que golpea especialmente a los sectores más vulnerables que ellos dicen defender”. Además, criticó que “en regímenes de alta inflación, los salarios de diputados y senadores aumentan al ritmo de la inflación y no pierden poder adquisitivo, por lo que no sufren en carne propia las consecuencias de su propia irresponsabilidad”.
En ese marco, Milei anunció que en los próximos días tomará medidas para “amurallar el déficit cero y la política monetaria del Gobierno”. En primer lugar, el lunes firmará una instrucción para prohibir que el Tesoro Nacional financie el gasto primario con emisión monetaria, formalizando una práctica que ya se venía implementando.
Además, adelantó que enviará al Congreso un proyecto de ley para “penalizar la aprobación de presupuestos nacionales que incurran en déficit fiscal”. La iniciativa incluirá una regla fiscal estricta que exigirá “un resultado financiero con equilibrio o superávit”, y establecerá “una sanción penal a legisladores y funcionarios que no cumplan con estas reglas”. “Cada peso nuevo que quieran gastar tiene que tener un nombre y un apellido; tienen que decir de dónde sale y a quién se lo sacan”, puntualizó el mandatario.