El análisis sobre el estado de la educación en la Argentina, específicamente en la Provincia de Buenos Aires, deja como resultado que la salida de las aulas por causa de la cuarentena afectó en varios niveles a las y los estudiantes; y así lo reconocieron los funcionarios en varias oportunidades.
En su paso por el aire de LADO P, el subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales Jefatura Gabinete y exministro de Educación bonaerense, Mario Oporto, señaló que la cuarentena hizo crecer los problemas que ya tenía la educación, pero confía en la actual conducción del área para resolverlos.
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La educación bonaerense “está conducida por un ministro que sabe mucho del tema, que tiene ideas claras e inmensa vocación y está afrontando una temática muy compleja”, destacó sobre su par, Alberto Sileoni.
“Esto frente a problemas estructurales que tiene la educación, porque había un programa prepandemia; no es que la pandemia afectó la educación, pero la cuarentena que fue la respuesta e hizo cerrar los establecimientos… La educación virtual dejó problemas serios que acrecentaron otros que teníamos previamente”, sentenció.
Mario Oporto, subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales Jefatura Gabinete y exministro de Educación bonaerense, en su paso por LADO P
El experimentando funcionario, que además se desempeña actualmente como docente universitario señaló que no solo lo que ocurre en el aula influye en los niños y jóvenes, sino también todo el contexto externo como los problemas laborales o la pobreza que golpea a las familias.
Por eso convocó a sus pares docentes a “mirar para adentro y definir nuestra responsabilidad”, al estar a cargo del aula. “Veo la educación con muchos problemas, con una conducción capacitada para afrontarlos y una sociedad con poca paciencia; hay que simplificar los objetivos”, marcó.
Por eso lamentó que las y los estudiantes lleguen a la universidad con un nivel educativo “desparejo” entre ellos; aunque señaló que hay que mantener dos puntos clave. Primero, que los chicos de primaria tienen que leer y escribir bien porque “no podemos naturalizar que no lo hagan”; en segundo término, “tener una secundaria mucho más moderna e innovadora que piense en los trabajos del futuro”.
Pero no todo es desesperanza. Oporto señaló “no ser pesimista” y destacó sobre los estudiantes que recibe en el nivel superior que encuentra todos los años “numerosos pibes llenos de talento y entusiasmo”.
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