Fue un título de película. Que tuvo todos los condimentos posibles para quedar en la historia grande. Y no sólo del club. También, claro, del fútbol argentino: drama, suspenso, acción, valentía, coraje, adversidad, épica, heroísmo, batalla, resiliencia, penales, amor, lucha, gloria. Todo estuvo resumido en el sprint final de Estudiantes entre la clasificación milagrosa y un playoff de cuento. Por eso, tiene argumentos como para entrar entre los títulos nacionales más importantes del club. Y ahí, claro, se abre el gran debate.
¿Qué lugar ocupa este título entre los 12 títulos locales, entre torneos y copas nacionales? De mínima, pelea por estar en el top 3. A saber…
1) Metro 67
El inicio de todo. El que rompió la hegemonía de los grandes. Y la piedra fundamental del ciclo más glorioso de la historia del club de la mano de Osvaldo Zubeldía. Del Viejo Gasómetro, donde se jugó esa final contra Racing, a Old Trafford, sin escalas. O sí, con tres Libertadores. Bilardo, Juan Ramón Verón, Manera, Madero, Conigliaro, el capitán Malbernat… El comienzo de la leyenda. Una paliza por 3 a 0 ante el equipo que unos días después sería campeón de América y luego de mundo. Una demostración de que el Pincha estaba llamado a ser el que le compitiera a los clubes más importantes del país. A ser uno de ellos. El nacimiento de la mística y de un legado inquebrantable…
2) Metro 82
El equipo del Narigón. Bilardo, el heredero de Zubeldía, en su hora más gloriosa en el club. Su llanto, su dedicatoria a Osvaldo, el Doctor como bandera. Sabella, Trobbiani, Ponce, el Tata Brown, Russo, Gottardi… La cuna de Argentina campeón del mundo en el 86. La escuela de Estudiantes. Y un equipo que derrotó en un torneo largo a otro coloso como Independiente, que también luego sería campeón de América y del mundo. El rival también agiganta la gesta. Y el fútbol que mostró, de excelencia, para combatir incluso el injusto mote de “antifútbol”, completaron el combo. Luego, ganaría el Nacional en una enorme final. El bicampeón.
3) Apertura 06 o Clausura 25
Acá radica la duda. Y se abre el debate por el tercer puesto. Los dos títulos tienen argumentos épicos como para sostenerse en ese podio celestial. Pero vale, igual, el repaso…
Apertura 06: el regreso de Juan Sebastián Verón para la segunda era dorada del club. El heredero de la Bruja original. El portador del apellido ilustre que volvió para reescribir la historia. La base del tetracampeón de América. La gloria después de 23 años. Volver a la cima del fútbol argentino 11 temporadas después de haber caído en el pozo más oscuro. El 7 a 0. El perseguidor infatigable de Boca. El cabezazo heroico a lo Brown de Alayes ante Arsenal. La primera final desempate de los torneos cortos. La conquista frente al mayor verdugo de todos los tiempos. El gol de Palermo. El león Braña. Sosa y Pavone. El Cholo Simeone. El que no cree, que no venga…
Clausura 25: el Pasillo para siempre. De espaldas te recibo. Y después, además, te gano. Guapo de visitante. La rebeldía ante el poder. El respeto de todo el fútbol argentino. La suspensión masiva, injusta, autoritaria. La valentía. El coraje. El solos contra todos (más bandera que nunca). La semifinal en el Bosque. El pasaje heroico a la final. Lo que evitó. La peregrinación de fe a Santiago. La Bruja en la tribuna. La Bruja frente a Tapia y Toviggino. La Bruja con la Copa. Sosa y Carrillo. Ascacibar no se va. Domínguez. El Barba. El segundo técnico más ganador de la historia. Los títulos se logran en la cancha. El triunfo del bien sobre el mal.
Después, claro, Estudiantes tuvo otra grandes conquistas a nivel local, como el Nacional 83 y esa finalísima inolvidable con Independiente, que seguramente está en el top 5. Pero en definitiva, aquí está puesto el debate. Con los primeros dos, casi no hay dudas: son los intocables. Pero el tercer lugar, sin dudas, abre el juego…

