En lo central y en lo accesorio, en las formas y en el fondo, el gobierno de Javier Milei parece querer recuperar el espíritu de Carlos Menem, el caudillo peronista que en los albores de la década del 90 impulsó y logró la apertura económica del país a fuerza de privatizaciones, deuda y dolarización.
¿Se trata, como explicaba Carlos Marx, de la farsa que le sigue a la tragedia de la historia? Esa pregunta respondió Pablo Torres, en el marco de PBA, el streaming político de INFOCIELO. El exintendente de Laprida y alma máter de DataJungla, a partir de su propia experiencia como militante, calificó como personaje “berreta” del realismo mágico al Presidente.
Javier Milei: ¿un personaje “berreta” de García Márquez?
Pablo Torres responde a la pregunta: ¿Es Javier Milei una parodia de Carlos Menem?
-¿Se parece a una parodia de Carlos Menem estos primeros 45 días de Javier Milei?
-Yo fui menemista, militante en la interna y en la general a favor de Menem, y a los 15 o 25 días ya estábamos desahuciados. Me parece que Menem tenía otra seriedad. Está bien que en los primeros tiempos no tuvo aciertos económicos. Sí me parece, pese que en aquel momento nos parecía un personaje de García Márquez, un personaje de realismo mágico, me parece que Javier Milei es un personaje berreta de realismo mágico, ni siquiera de los principales.
-El guionista de esta tragedia argentina, ¿quién es?
Es el mismo guionista que escribió el plan económico a Martínez de Hoz en el 76, a Cavallo en los 90, a Macri en 2015 y también este. Tal vez más extremo, porque la personalidad de Milei da para cuestiones más extremas, pero el guionista es el mismo y tiene que ver con un plan del liberalismo extremo y, en los casos anteriores, uno más o menos atenuado.
-Estamos hablando de alguien bastante terco y longevo…
-Son intereses, que son longevos, casi permanentes. El poder económico es permanente y tiene la virtud de esperar y reaparecer con sus planes.
¿Puede pasar otro 2001?
Casi todos los argentinos saben o recuerdan cómo terminó la “fiesta menemista”. Las imágenes del estallido de 2001 persisten en la memoria colectiva. Hoy muchos se preguntan si hay posibilidades de que el gobierno de Javier Milei termine así. “No puede terminar bien, por lo menos para las mayorías populares”, planteó Torres, quien, sin embargo, no se animó a arriesgar un pronóstico detallado.

