(Basado en el informe “Las y los novísimos trabajadores” de Solano, Romá y Feijoo – Fundación Ebert)
Marcos (34) da clases en una escuela de Lanús, pero su perfil de Instagram de memes políticos genera más ingresos que su sueldo docente. Como él, miles de argentinos inventan trabajos híbridos que desafían las categorías laborales tradicionales.
Según el último estudio de la Fundación Ebert, 6 de cada 10 menores de 35 años combinan empleos formales con actividades digitales informales, desde ventas online hasta contenido para adultos.
“Ya no hablamos de pluriempleo por necesidad, sino de identidades laborales fragmentadas“, explica Pablo Romá, coautor de la investigación.
El sueño libertario: cuando la precariedad se disfraza de libertad
El informe revela cómo ciertos discursos políticos capitalizan este malestar:
- El 73% de los encuestados asoció “éxito laboral” con ser su propio jefe. Pero solo el 12% logra sostenerse exclusivamente con emprendimientos. Los repartidores de apps trabajan 58 horas semanales en promedio
“Milei convirtió la autoexplotación en bandera“, analiza la socióloga Esther Solano. “El ‘vos podés’ esconde que el sistema está roto“.
Sindicatos VS. Realidad: el gran divorcio
Mientras la CGT debate aumentos salariales, el estudio muestra que:
El 68% valora los sindicatos para negociar salarios. Pero el 82% cree que “no entienden los trabajos nuevos”.
Casos testigo:
- AMMAR (Asociación de Meretrices) ahora incluye a creadoras de contenido adulto.
- Delivery x Derechos organiza protestas vía Telegram
- Gremio de Informáticos impulsa contratos para freelancers
La Advertencia académica es:
“Si los progresismos no crean un relato seductor sobre el futuro del trabajo, la derecha seguirá ganando terreno“, concluye el informe.
El futuro del trabajo: entre la utopía digital y la necesidad de redes de contención
El informe advierte sobre un vacío peligroso: mientras las plataformas digitales prometen libertad sin límites, los trabajadores quedan expuestos a una volatilidad extrema. “Cuando tu ingreso depende de algoritmos, likes o el humor del mercado de criptomonedas, necesitas redes de protección que el Estado ya no brinda”, explica Feijoo.
Los investigadores destacan casos como el de España, donde se avanzó en una ley para reconocer derechos a repartidores de apps, como ejemplo de regulación necesaria en este nuevo escenario.
La paradoja de la autoexplotación glamorizada llama especialmente la atención: “Lo que comenzó como discurso motivacional de coaches se transformó en una presión social insostenible“, analiza Solano.
El estudio registró que el 68% de los emprendedores digitales experimenta cuadros de ansiedad o insomnio, pero solo el 15% busca ayuda profesional. “El ‘hustle culture’ nos hizo creer que descansar es perder el tiempo“, comenta un streamer entrevistado que trabaja 14 horas diarias.
¿Hay alternativas posibles?
El informe señala experiencias innovadoras que podrían marcar el camino: cooperativas de creadores de contenido que comparten equipos, sindicatos que ofrecen cursos de alfabetización financiera crítica, y hasta municipios que desarrollan plataformas públicas de trabajo freelance con condiciones justas. “El desafío es crear estructuras flexibles que den seguridad sin caer en la rigidez del modelo fabril“, propone Romá.
El dato que resulta más contundente
El 89% de los trabajadores híbridos asegura que “volvería a un empleo estable con derechos si existiera la posibilidad“.
Esta cifra desnuda la verdad detrás del discurso de la libertad emprendedora: lo que se vende como elección personal suele ser la única opción en un mercado laboral fracturado.
Mientras el gobierno celebra el aumento de monotributistas, el informe concluye con una advertencia: “Sin políticas públicas que regulen las nuevas formas de trabajo, caminamos hacia una sociedad de trabajadores exhaustos, hiperconectados y profundamente solos“.