Un reciente fallo del Juzgado de Ejecución Penal N°1 de Bahía Blanca, a cargo del juez Claudio Brun, le prohibió a Jonathan Luna —condenado a prisión perpetua por el femicidio de Micaela Ortega— el acceso a redes sociales y dispositivos con Internet.
La medida se adoptó luego de que Mónica Cid, madre de la víctima, denunciara haber recibido a comienzos de agosto mensajes en Facebook provenientes de un perfil denominado Jon Jony. Desde esa cuenta le escribieron frases como: “Espero que algún día usted me pueda perdonar” y “Hoy estoy pagando mi error”.
El femicida de Micaela Ortega lleva meses alojado en un pabellón con trans
Luna, detenido en la Unidad Penal N°32 de Florencio Varela y que en 2022 cambió su identidad a Yoana en el pabellón de diversidad sexual, negó la autoría de los mensajes y aseguró no tener acceso a un celular. Sostuvo que podría tratarse de alguien vinculado a la expareja de su actual compañera, en un intento de venganza.
Indignación por el femicida que cambió de género y pabellón
El magistrado subrayó que, dada la modalidad del delito por el que fue condenado —grooming seguido de femicidio—, el acceso a Internet implica un riesgo de reincidencia desde el propio ámbito penitenciario. Por ello ordenó que, en adelante, el interno solo pueda comunicarse con su familia y su defensa mediante teléfonos fijos provistos por el Servicio Penitenciario Bonaerense.
Asimismo, ante la posible comisión de un nuevo delito, el juez dio intervención a la fiscalía en turno del Departamento Judicial de Quilmes.
La reacción de la mamá de la víctima
En agosto, antes de esta resolución, Cid posteó la captura de los chats y resumió: “En estos momentos me siento morir, el asesino de mi hija con tanta vida, y Mica en un nicho frío y solitario. Nosotras perpetua, Jonathan Luna más vivo que nunca, maldita Justicia”.
En declaraciones a la radio LU2 de Bahía Blanca, expresó: “Fue terrible ver en la pantalla lo que estaba sucediendo. Tenía ganas de tirar el teléfono, me quemaba“.
Y planteó su queja de que a un condenado por grooming se le permita tener celular en la cárcel, teniendo en cuenta que “es una persona que mata a través de las redes sociales”.
Sobre el intento de pedido de perdón, aseguró: “Intentó que lo perdone, pero no lo voy a perdonar jamás. Es un psicópata, un engañador serial que ahora intentó engañarme a mí también”.
“Habla del femicidio de mi hija como un error. El tipo está tan vivo, con tanta vida ahí adentro, y mi hija está muerta. Él puede elegir todo y yo no”, completó.
El crimen de Micaela
Micaela Ortega tenía 12 años cuando desapareció el 23 de abril de 2016 en Bahía Blanca. Había sido engañada por Luna, entonces de 26, quien se hizo pasar en Facebook por una adolescente de su edad. Tras citarla, la llevó a un descampado donde la asesinó.
La investigación avanzó gracias a información del National Center for Missing & Exploited Children de Estados Unidos, que permitió identificar a Luna. En su casa de Ingeniero White se hallaron pertenencias de la víctima y el acusado confesó el crimen, señalando el lugar donde había ocultado el cuerpo.
El 28 de mayo de 2016, Micaela fue hallada estrangulada y con golpes en un descampado cercano a la ruta 3, en las afueras de General Daniel Cerri. Luna había creado al menos cuatro perfiles falsos en Facebook para contactar menores y se encontraba prófugo desde 2014, tras evadirse durante una salida transitoria en Río Negro.
En octubre de 2017, fue condenado a prisión perpetua en un fallo histórico: el primer caso en Argentina de grooming seguido de muerte.