Gustavo Cordera buscaba volver a escena con un show en el estadio Obras el próximo 1 de noviembre. Sin embargo, lo que pretendía ser un regreso artístico se convirtió en un nuevo escándalo. Sus entrevistas recientes con Pedro Rosemblat y Mario Pergolini fueron cuestionadas por el tono indulgente, mientras que en redes sociales volvió a circular un antiguo video suyo en el que hablaba de “recibir de propina a una chica de quince años”.
El exlíder de Bersuit Vergarabat, cancelado en 2016 por sus dichos sobre violación y consentimiento, definió en una reciente entrevista televisiva que vivió una “persecución organizada”. Pero lo que terminó de encender la polémica fue su aparición en el documental sobre Ricardo Barreda, donde retomó una vieja canción y la resignificó en un sentido que hoy resulta insostenible.
Lo que dice Cordera en el documental
En “Barreda, el odontólogo femicida”, Cordera aparece cantando una estrofa de La argentinidad al palo, tema de Bersuit lanzado en 2004: “Locatti, Barreda, Monzón y Cordera también. Matan por amor”.
En su momento, la frase pasó sin grandes cuestionamientos: se hablaba de “crímenes pasionales” y la figura de femicidio aún no existía en el Código Penal (recién se incorporó en 2012). Sin embargo, en el documental, para el que habría grabado su participación en 2019, Cordera explica esa línea y justifica:
Me puse en ese lugar, como diciéndoles a todos ellos que yo también me puedo equivocar. Cualquiera puede cometer un asesinato en cualquier momento. Hasta inclusive yo puedo cometer un crimen. Genera una mística una persona que asesinó. (…) Para mí, Barreda simboliza eso: una injusticia cometida sobre una persona que reacciona de una manera violenta para salir de esa injusticia.
Gustavo Cordera en el documental “Barreda, el odontólogo femicida”.
Sus palabras generaron un inmediato repudio, porque actualizan la idea de los femicidios como “crímenes de amor”, un concepto hoy deslegitimado por el feminismo y la propia ley.
Quiénes son los femicidas nombrados en la canción
En La argentinidad al palo, Cordera mencionó a tres hombres que protagonizaron casos resonantes de violencia machista en la Argentina:
- Alberto Locati: humorista que en 1980 arrojó a su pareja Eva O’Neill desde un hotel. También fue condenado por intento de violación a una menor.
- Carlos Monzón: ex campeón mundial de boxeo, en 1988 asesinó a su esposa Alicia Muñiz arrojándola desde un balcón en Mar del Plata.
- Ricardo Barreda: odontólogo que en 1992 mató a su esposa, a su suegra y a sus dos hijas en un cuádruple femicidio en La Plata.
La inclusión de Cordera en esa misma lista ya era polémica en 2004, pero fue prácticamente ignorada en su momento. Hoy, su decisión de retomarla y justificarla lo vuelve a colocar en el centro del repudio.
Cordera y la cancelación de 2016
El rechazo actual se suma a la condena social que arrastra desde 2016, cuando durante una charla con estudiantes de periodismo en TEA ARTE dijo frases como:
“Es una aberración de la ley que si una pendeja de 16 años quiere coger con vos, vos no te las puedas coger. (…) Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa”.
Aquellas palabras generaron un repudio casi unánime y lo dejaron marginado de la música durante años. Pese a sus intentos de redención, la nueva polémica en torno a Barreda refuerza el rechazo a su figura pública.
El documental de Barreda
Estrenado en Flow, Barreda, el odontólogo femicida reconstruye en dos episodios el cuádruple crimen cometido el 15 de noviembre de 1992 en La Plata. La serie incluye material inédito y testimonios clave de periodistas como Mariana Carbajal, Mauro Szeta y Rodolfo Palacios, además de jueces, peritos y allegados a las víctimas.
La docuficción repasa el contexto cultural de los años 90, cuando la violencia machista era minimizada y naturalizada como “crímenes pasionales”. También muestra cómo Barreda, pese a la brutalidad de sus actos, llegó a convertirse en un personaje popular. Incluso, por entonces, bandas de rock como Attaque 77 le dedicaron canciones, un reflejo de cómo la sociedad banalizaba la tragedia.
Una herida que sigue abierta
A más de 30 años del femicidio múltiple, el caso Barreda continúa interpelando a la sociedad argentina. El documental busca mostrar ese contraste entre el horror del crimen y la idolatría social hacia el victimario. Sin embargo, la aparición de Cordera y sus frases en defensa del femicida reabren preguntas sobre cómo se narran hoy los femicidios y qué lugar ocupan las víctimas en la memoria colectiva.
De los “crímenes pasionales” al femicidio
Hasta hace poco más de una década, en la Argentina los asesinatos de mujeres cometidos por sus parejas o exparejas eran catalogados en los medios y en la justicia como “crímenes pasionales”. Esa expresión sugería que el hecho estaba motivado por el amor o los celos, relativizando la violencia machista y, muchas veces, minimizando la responsabilidad del agresor.
En 2012, con la sanción de la Ley 26.791, el Código Penal incorporó por primera vez la figura de femicidio, que reconoce como agravante el asesinato de una mujer por su condición de tal. Desde entonces, estos crímenes dejaron de ser vistos como “pasionales” y pasaron a ser identificados como lo que son: la expresión más extrema de la violencia de género.
Este cambio legal y cultural también explica por qué expresiones artísticas de principios de los 2000, como la canción La argentinidad al palo de Bersuit Vergarabat o el tema que Attaque 77 le dedicó a Ricardo Barreda, pasaron en su momento casi inadvertidas. Hoy, en cambio, son fuertemente cuestionadas a la luz de la perspectiva de género.