Las cada vez más recurrentes caravanas de motos que circulan por las calles de La Plata irrespetando todas las normas de tránsito, tirando cortes y generando caos en distintos barrios, se convirtieron en un verdadero dolor de cabeza para la Comuna.
El fenómeno, hay que decir, se repite en la mayoría de las ciudades de la Provincia, y las gestiones locales no parecen encontrarle la vuelta. Los vecinos reclaman por ruidos, riesgos y falta de control, mientras el Estado busca alternativas para contenerlos.
El secretario de Control Urbano y Convivencia, Víctor Hortel, reconoció que cuando asumieron la gestión, Plaza Moreno y el Bosque eran los epicentros de las motos, con carreras, apuestas y maniobras peligrosas. “Enfrente de la Municipalidad se corrían carreras, se apostaba, era increíble”, relató en diálogo con LA CIELO 103.5. Con presencia constante, lograron disipar la situación en esos espacios, pero el problema se multiplicó en otros barrios como Romero, Villa Elvira, San Lorenzo, Echeverry o el Mercadito.
Además, Hortel advirtió que muchas veces no se trata de motociclistas locales: “Hemos tenido fines de semana en los que entraron 700 motos desde Berazategui, Lomas de Zamora o Florencio Varela”. Según explicó, el tamaño del partido y la organización de los grupos complican el control: “Cuando vamos a Villa Elisa, ya saben en tiempo real que nuestras patrullas están ahí y se mueven a otro lado”.
Ante esta situación, la Municipalidad implementó un plan mixto. Por un lado, controles dinámicos y móviles, que se desplazan cada pocas horas; por otro, operativos estáticos, donde además de la documentación se hacen test de alcoholemia. También se realizan inspecciones en talleres mecánicos y estaciones de servicio. “No descartamos ninguna herramienta, usamos todas según el momento y la necesidad”, sostuvo.
Hortel señaló que en los primeros meses llegaron a intentar “correr” a las motos desde plazas o el Bosque, pero abandonaron esa práctica por el riesgo de accidentes. “Nuestros operativos son más eficaces cuando contamos con apoyo de la Policía, que tiene cuerpos motorizados preparados para reaccionar rápido. Con camionetas no podemos perseguirlos”, explicó.
Finalmente, diferenció entre los motociclistas comunes y los que participan de estas caravanas: “No es lo mismo la abuela que fue a buscar al nieto y le falta un papel, que los chicos que hacen willys o cortes molestando a los vecinos”.