En medio de la pulseada entre la Casa Rosada y los gobernadores por el veto presidencial a la ley que reformaba la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), el Gobierno nacional dispuso el giro de $12.500 millones a cuatro provincias: Misiones, Entre Ríos, Santa Fe y Chaco.
El reparto, que coincidió con la decisión de Javier Milei de bloquear la norma que impulsaban todos los mandatarios provinciales y el jefe de Gobierno porteño, dejó en evidencia que no todos recibieron el mismo trato. Las provincias favorecidas, en su mayoría, son las que en los últimos meses tejieron acuerdos con el oficialismo nacional o moderaron sus críticas a Balcarce 50.
En Entre Ríos, por ejemplo, el desembolso se justificó bajo el rótulo de “desequilibrio financiero”. Allí, el gobernador Rogelio Frigerio consolidó una alianza electoral con La Libertad Avanza, que incluyó listas conjuntas para Diputados y Senadores. Algo similar ocurre en Chaco, donde Leandro Zdero también comparte fórmula con el oficialismo libertario en las boletas legislativas.
En Misiones, el envío de fondos fue por “emergencia hídrica”, mientras que en Chaco se destinó a enfrentar la “emergencia agropecuaria”. En Santa Fe, gobernada por Maximiliano Pullaro, el giro se explicó en el marco de una “emergencia climática”. No obstante, a diferencia de Frigerio y Zdero, ni Pullaro ni Hugo Passalacqua (Misiones) fueron invitados por la Casa Rosada a la primera reunión de la denominada Mesa Federal, lo que reflejó las diferencias políticas con esos distritos.
Los datos disponibles muestran que Entre Ríos fue la más beneficiada en el último tiempo: recibió el único ATN de agosto y sumó en septiembre otro desembolso, acumulando $6.000 millones en apenas dos meses. Según analistas, esta “coincidencia” responde más a la necesidad del Gobierno nacional de asegurarse apoyos en el Congreso que a un esquema transparente de asistencia a las provincias.
El trasfondo es claro: mientras la oposición prepara esta semana una doble embestida legislativa (con Diputados tratando de insistir en las leyes vetadas de financiamiento universitario y de emergencia pediátrica, y el Senado buscando revertir la eliminación de la ley de ATN), la estrategia del Ejecutivo es enviar señales de cooperación a ciertos mandatarios para sostener sus vetos. En Balcarce 50 reconocen que el escenario es complejo, pero insisten en que “no es una misión imposible” frenar la avanzada opositora.