El intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, desempolvó el viejo manual de los barones del Conurbano para resolver un problema que lo inquieta: la categórica derrota que le impuso el Frente de Todos en las primarias de Agosto, en las que quedó seis puntos por debajo del candidato Lucas Ghi.
Tagliaferro, con una campaña a toda máquina, logró sumar 36 puntos, contra los 42 que cosechó el exintendente. Por eso salió a quemar las naves pensando en octubre: en la oposición denuncian que reparte mercadería y materiales con una etiqueta que promociona su figura.
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“Gestión Ramiro Tagliaferro. Morón Gobierno”, se lee en cada chapa, tirante, colchón y bolsón de mercadería que distribuyó la Municipalidad, y que, lógicamente, se solventa con fondos públicos. Como las tristemente célebres zapatillas de Ruckauf, como las prácticas clientelares que hace 4 años horrorizaban a Cambiemos.
La oposición facturó rápidamente el traspié del intendente: “es vergonzoso, Tagliaferro sigue haciendo su campaña con recursos públicos y abusándose de las necesidades más urgentes de nuestros vecinos y vecinas, entregando chapas, tirantes y ayuda social con su nombre”, lo acusó Hernán Sabbatella, concejal de kirchnerismo.
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