Alejo Milanesi, de 20 años, y Juan Pedro Guarino, de 19, dos de los rugbiers que se encontraban detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en la puerta de un boliche de la localidad bonaerense de Villa Gesell, fueron liberados esta tarde tras la solicitud de la fiscal Verónica Zambroni, quien pidió la prisión preventiva para los otros ocho acusados.
El pedido fue realizado ante el juez de Dolores, David Mancinelli, que determinó la inmediata liberación de los jóvenes debido a que no fueron identificados en el lugar de la agresión tanto por los testigos en rondas de reconocimiento como en las cámaras de seguridad.
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“No hay elementos, ni méritos suficientes para mantenerlos en prisión, aunque todavía siguen sometidos a proceso hasta que se completen elementos de prueba”, explicó el fiscal general de Dolores, Diego Escoda.
Tras su salida, los jóvenes no emitieron una sola palabra. Iban mirando para abajo, apretando los labios y abriéndose paso entre los periodistas. Los escoltaba su abogado Hugo Tomei que, por lo bajo, murmuraba: “¡Qué vergüenza! Déjenlos”.
¿Por qué los liberaron? Milanesi no fue señalado en ninguna rueda; Guarino, a pesar de estar en la escena, mantuvo una actitud distante.
David Mancinelli, juez de garantías que interviene en el expediente, validó la decisión de la fiscal y firmó el oficio poco antes del mediodía de hoy para que sea remitido al Servicio Penitenciario Bonaerense.
Fuentes cercanas al expediente aseguran que seguirán vinculados a la causa: no fueron sobreseídos como Pablo Ventura, acusado falsamente por los rugbiers de Zárate. Seguirán sujetos a la investigación.
Ahora el juez Mancinelli tiene cinco días para resolver si las detenciones de los ocho imputados que quedaron en la cárcel se transforma en prisión preventiva.
Cabe destacar que para la fiscal Máximo Pablo Thomsen y Ciro Pertossi fueron coautores de “homicidio agravado por el concurso premeditado de más de dos personas” y aclaró que, según la acusación los otros seis como “partícipes necesarios”.
En tanto, la madre de Fernando Báez Sosa, dijo hoy que le cayó “pesado” el pedido de liberación de dos de los rugbiers detenidos por el hecho.
“Me cae un poco pesado. Deberían darle preventiva a los diez, porque para mí todos son cómplices”, sostuvo Graciela Sosa. Luego contó que sigue “muy triste, sin ganas de hacer nada”, pero quiere “salir adelante, para que se haga justicia” por quien era su único hijo.
“No es justo lo que le hicieron. Pido a Dios y a la gente que se haga Justicia y que esto no quede impune”, expresó.
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