La tensión en el sector aeronáutico vuelve a crecer con un nuevo plan de lucha anunciado por la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), que impactará en el normal funcionamiento de los vuelos en el país a partir del 22 de agosto.
El sindicato resolvió avanzar con medidas de fuerza tras el fracaso de las negociaciones paritarias con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), pese a múltiples audiencias y dos instancias de conciliación obligatoria que no lograron destrabar el conflicto. “Finalizada la segunda conciliación obligatoria, incluida su prórroga, y ante la persistente negativa de las autoridades de presentar una propuesta salarial sin condicionamientos, informamos que el pasado 13 de agosto se presentó formalmente el nuevo cronograma de medidas legítimas de acción sindical”, expresó la organización gremial en un comunicado.
¿Cómo funcionarán los paros?
El plan de acción contempla cinco jornadas de paros escalonados (22, 24, 26, 28 y 30 de agosto) en dos turnos diarios, de 13 a 16 y de 19 a 22 horas. Durante esos lapsos “solo se afectarán despegues de aeronaves, es decir que se restringen las autorizaciones de aeronaves y vehículos en tierra. No se recibirán ni se transmitirán planes de vuelo”, aclaró ATEPSA. El gremio remarcó además que “quedan exceptuadas de la medida todas las operaciones de aeronaves que eventualmente se declaren en emergencia, como aquellas que presten servicio sanitario, humanitario, de estado y/o búsqueda y salvamento”.

La conducción sindical defendió la legalidad del plan de lucha y aseguró que se respetará el marco normativo vigente: “Tal como lo establece el Convenio Colectivo de Trabajo que nos rige, se garantizará el cumplimiento de las disposiciones vigentes para el Servicio Público Esencial, a fin de ejercer nuestro legítimo derecho a huelga”.
Desde la empresa estatal, en tanto, advirtieron que se trata de un conflicto de larga data. “Se sigue trabajando frente a un conflicto gremial que viene desde hace un tiempo, con distintas amenazas del sindicato. EANA realizó varias propuestas concretas y por diversas cuestiones que no quedan claras no se llega a un acuerdo”, explicaron fuentes consultadas. También aclararon que, de no alcanzarse una solución, los vuelos afectados podrán ser reprogramados por las compañías aéreas y que las medidas no afectarán a los servicios sanitarios ni de Búsqueda y Salvamento Aeronáutico (SAR).
El impacto podría ser significativo: en la actualidad, más de 1.200 vuelos semanales cruzan el espacio aéreo argentino y el cronograma coincide con plena temporada alta de viajes al exterior y con un mercado interno en recuperación. Según especialistas del sector, las franjas horarias elegidas son de alta demanda, por lo que se prevén demoras y reprogramaciones en vuelos de cabotaje e internacionales.
Al mismo tiempo, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) atraviesa su propio conflicto. Tras vencer la prórroga de su conciliación obligatoria, la entidad gremial adelantó: “Estamos en libertad de acción para convocar a un paro nacional de pilotos que afectará a todos los servicios, cuya fecha será anunciada oportunamente”. Desde la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) confirmaron que se abrió una mesa técnica con APLA, Aerolíneas Argentinas, American Jet, Andes y autoridades oficiales para abordar reclamos vinculados a la reglamentación de decretos laborales y la implementación del Sistema de Gestión del Riesgo de Fatiga (FRMS).

