La expectativa que el hincha de Estudiantes tenía sobre Cristian Medina empieza a tener una correlación que el futbolista muestra dentro del campo. El volante fue uno de los mejores en la victoria ante Botafogo y el público lo despidió con un cerrado aplauso. ¿empieza una nueva atapa de la relación?
Todo hace indicar que sí. Medina llegó a Estudiantes en medio del acuerdo tácito con el empresario Foster Gillett, que puso 15 millones de dólares para que el jugador salga de Boca. Se sumó a la pretemporada tras unos cuatro meses de inactividad y sus primeros partidos fueron realmente malos.
La falta de ritmo (físico y futbolístico) resultaba evidente. Sus desplazamientos no eran los de un jugador cómodo en el campo y la gente de Estudiantes se preguntaba si realmente median era el jugador ideal para reemplazar a un ídolo como José Sosa.

El cambio de Medina que valora el hincha de Estudiantes
En los últimos partidos algo cambió. En el Clásico metió corrió y le tapó Insfrán dos jugadas de gol. Ante Boca se hizo eje, se sobrepuso a un clima hostil y le sacaron el gol sobre la línea. Ante Botafogo jugó su mejor partido.
No sólo porque distribuyó muy bien el juego, sino porque le agregó la dosis justa de entrega que se necesita para jugar la Copa Libertadores. Fue la primera puntada de presión y hasta casi se lesiona en una jugada donde se ganó la amarilla.
De hecho, en el final del partido, cuando Estudiantes estaba apretado por Botafogo y sin piernas, aguantó varias veces la pelota escondiéndola con el cuerpo, como hacía Juan Román Riquelme, y ganando tiempo y hasta una infracción de esas que dan respiro en el momento justo.

Cuando se fue reemplazado, exhausto, el público se rompió las manos para aplaudirlo. Evidentemente, algo cambió en medina para sentirse cada vez mejor y empezar a ser el jugador que Estudiantes fue a buscar con los millones de Foster.

