En pocos días se cumplirán 21 años del último capítulo como programa independiente de El Chavo del 8 y, a pesar de que su creador y protagonista, Roberto Gómez Bolaños -al igual que muchos de los actores que interpretaban a los entrañables personajes de la serie de televisión mexicana- ya no está con vida, el recuerdo imborrable permanecerá por siempre en la memoria de miles de personas a lo largo de toda Latinoamérica. En la localidad bonaerense de Burzaco, partido de Almirante Brown, un vecino quiso rendirle homenaje a su manera: recreando de forma exacta la famosa vecindad donde convivían El Chavo, Don Ramón, La Chilindrina, Quico y Doña Florinda, entre otros.
“Del Chavo lo que rescato es su pureza, su sabiduría sana, su humor, que es para grandes y chicos. Cuando yo abrí esto pensé que iban a venir todos niños, pero no, vienen más entusiasmados los padres, que son los que le inculcan a sus hijos el legado de El Chavo”, dice en diálogo con INFOCIELO Alejandro Amat, quien se encargó de hacer un calco de la vecindad original en la Zona Sur del Gran Buenos Aires.
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Desde el barril donde se escondía El Chavo luego de hacer alguna travesura hasta la grieta en la pared descascarada en la esquina del patio a donde Quico se dirigía a llorar, todo está en su lugar.
“Todo está en la misma posición, tratando de que quedara igual. Las cortinas de la ventana de la casa de Doña Florinda, por ejemplo, las pintamos a mano copiándolas de una foto del estudio de México ”, señala Amat, que le dedicó casi dos años de trabajo a la ambientación del lugar, además de haber hecho una inversión económica para poder terminarlo, “todo es muy caro, no solo los materiales. La ropa de los personajes que le damos a la gente para que usen para las fotos la hicimos nosotros buscando cosas parecidas”.
Quienes visitan la vecindad, ubicada dentro del “Paseo Cultural El Conventillo“, sobre la calle Espora 3467 en Burzaco, tienen la oportunidad de caracterizarse como su personaje favorito y tomarse todas las fotografías que deseen para llevarse de recuerdo sin ningún tipo de costo. Según Amat, el chiste que se repite es siempre el mismo cuando van matrimonios: “Siempre hay alguno que le pregunta a la esposa si se va a vestir como Doña Clotilde, la bruja”.
El creador de la vecindad de Zona Sur asegura que la primera reacción de los visitantes al entrar a la vecindad es emoción pura y nostalgia al ver la pelota con la que jugaba Quico, su triciclo y, por supuesto, el barril del Chavo.
“Siempre tengo que aclarar que El Chavo no vivía en el barril, que es lo que generalmente todos piensan”, dice Alejandro Amat y explica: “Se lo conoce como ‘El Chavo del 8’ justamente porque vivía en la habitación 8”. Tal como lo señala Amat, El Chavo mismo lo mencionó en ciertos capítulos de la serie mexicana y algunos fanáticos se encargaron de recopilar esas escenas para compartirlas con sus seguidores.
Además de la vecindad del Chavo, en el Paseo Cultural El Conventillo se exhiben todo tipo de antigüedades, desde faroles, platos y utensilios hasta cámaras de televisión y equipos de radio de principios de mediados del siglo pasado, entre muchas otras cosas. También se realizaban, hasta que el lugar debió cerrar por la pandemia, talleres de música y bordado a crochet , y, los fines de semana, peñas de tango y folklore.
Compromiso solidario
En 2015, el municipio de Almirante Brown decidió distinguir a Alejandro Amat, fundador de la ONG “La Boca Solidaria”, como ciudadano ilustre del Partido, entre otros motivos, por su colaboración con distintos hospitales de la zona y por realizar jornadas destinadas a reparar y mantener gratuitamente las sillas de ruedas de los vecinos con discapacidad en un tráiler que se ubica en el polideportivo municipal, donde también se arreglan las sillas de los deportistas del programa para personas con discapacidad.
Su vínculo con las sillas de rueda tiene que ver con dos hechos puntuales: el primero y más importante es el recuerdo de su padre, quien nació con parálisis infantil y el segundo, que fue el empujón final para volcarse de lleno a fabricarlas fue una entrevista que escuchó de manera fortuita en la radio hace más de 15 mientras conducía su auto.
“Estaban haciéndole una nota a Gabriela Michetti, que se disculpaba por haber llegado tarde al estudio de radio. Había explicado que los taxis no le paraban al verla en silla de ruedas “ recuerda Amat, que pasó todo el viaje hasta su taller pensando cómo hacer para fabricar una silla que facilite el transporte de las personas con discapacidad, “hice una silla que se partía en tres tercios, para que pudiera entrar en el asiento de acompañante de cualquier auto”.
A partir de esa invención, el Ministerio de Bienestar Social, que en ese momento estaba a cargo de Alicia Kirchner, le brindó una ayuda económica con la que pudo abrir una fábrica de sillas de rueda.
Víctima de la inseguridad
Entre 2015 y 2017, el Paseo donde se ubica la vecindad del Chavo sufrió dos robos importantes. El primero de ellos coincidió con el momento en el que se estaba poniendo a punto el lugar para abrir y, según Amat, “alguien que trabajó ahí sabía que había una sola alarma que estaba al fondo y que detectaba las presencias hasta 8 metros de donde estaba. Así calcularon hasta dónde podían llegar y me rompieron el vidrio de atrás del motorhome, llevándose un plasma, botellas de vidrio de mi cumpleaños y todo lo que encontraron ahí”.
Dos años después, tuvieron que padecer otro robo justo después de los festejos por el Día del Niño. “Habíamos juntado muchos chiches que le entregamos a nenes de la zona ese domingo por la tarde hasta que se hizo de noche y, al otro día, cuando fuimos al Paseo, mi empleado me dice ‘Mirá, encontré un destornillador al lado del árbol, en la vereda’. Después nos dimos cuenta que el portón estaba abierto y, cuando entramos, vi que me habían robado un plasma, que creo que todavía lo estoy pagando con la tarjeta”, relata el fundador de “La Boca Solidaria” y se lamenta: “Uno siempre hace cosas de bien y te pagan de ese modo”.
A pesar de esas dos situaciones, Amat no piensa abandonar sus proyectos: “Son cosas que amo y me hacen feliz que estén”.
Tanto la vecindad del Chavo en Burzaco como el Paseo Cultural El Conventillo son sitios de acceso libre y totalmente gratuitos, aunque por el momento y, hasta que la situación sanitaria se normalice, permanecen cerrados para prevenir posibles contagios. Será cuestión de esperar un poco más para poder visitarlo apenas sea posible.
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