Por estas horas, mientras El Eternauta sigue entre lo más visto de Netflix en el mundo y Platense se prepara para jugar la final del Torneo Apertura ante Huracán, una pregunta recorre redes y charlas futboleras con tono de intriga porteña: ¿a qué club alentaba Juan Salvo? Hay versiones cruzadas, pistas ocultas y un barrio —Saavedra— que une todo.
¿Era Juan Salvo hincha del Calamar? La pista principal apareció en una edición de 1969 de la revista Gente, en una versión alternativa de El Eternauta escrita también por Héctor Germán Oesterheld, pero con dibujos del experimental Alberto Breccia. Allí, entre combates con cascarudos en la General Paz y caminatas por una Avenida Cabildo apocalíptica, Juan Salvo dice —con total naturalidad— que en Manuela Pedraza suele bajarse del colectivo para ir a la cancha de Platense.
Sí: el mismo Juan Salvo que en la versión original de 1957 (dibujada por Francisco Solano López) parecía tener simpatías por River, al mencionar que estuvo en el Monumental en el homenaje a Ángel Labruna. Pero en esta reescritura más oscura, más política y más barrial, aparece Platense. Y no de cualquier forma: en el corazón de Saavedra, el barrio donde arranca la historia, y donde hoy todavía late el espíritu de El Eternauta.
¿Platense o River? Las dos versiones y una grieta sin resolver
El Salvo de los ’50 caminaba por el Monumental, mencionaba la famosa delantera de Pedernera, Moreno y compañía, y dejaba caer que su viejo lo había llevado a ver a Labruna. A River lo nombra con respeto y cercanía. Pero no hay que olvidarse: en esa versión, la casa de Salvo está en Vicente López y los combates centrales ocurren en Puente Saavedra.
En cambio, en la versión de 1969, que es la utilizada para el guion de la serie de Netflix, Juan Salvo no habla de Labruna, pero sí menciona su ritual de ir a ver a Platense. ¿Se puede ser hincha de Platense y admirador de Labruna? ¿Habrá ido a ese partido como visitante? ¿O era simplemente un hincha agradecido de aquel Ángel que años después también dirigiría al Calamar?
El barrio como escenario, Platense como guiño
El Eternauta, una serie con una fuerte impronta barrial—el Puente, Cabildo, Congreso, River— convierte a la ciencia ficción en algo cercano y cotidiano. Por eso no sorprende que en la serie dirigida por Bruno Stagnaro, también aparezcan camisetas: en el capítulo 3 se ve una de Platense 2023 y otra de Gimnasia de la era Griguol. Pistas que se mezclan con la historia.
Y más aún: entre los personajes está Favalli, el Tano, nombre que comparte con un arquero de Racing que atajó entre 1944 y 1952 y que, curiosamente, tenía un aire al personaje dibujado por Solano López. ¿Homenaje casual o cruce de pasiones?
El héroe colectivo y el Platense del pueblo
Sergio Gómez, uno de los entrenadores de Platense, lo dijo hace poco: “El héroe es colectivo, porque nadie se salva solo”. Difícil no pensar en eso y en Juan Salvo a la vez. Esa frase resume el espíritu de El Eternauta y del fútbol de ascenso también.
Hoy Platense juega una final después de casi un siglo. Y lo hace con un barrio entero empujando, con guiños históricos y con un Juan Salvo que, quizás, alguna vez bajó en Pedraza y Cramer para alentar desde la popular.
Porque si hay algo que El Eternauta nos enseñó es que los verdaderos héroes no tienen capa, sino colectivo y tablón. Y en Saavedra, eso se llama Platense.