París volvió a ser escenario de lo inesperado. Lo que parecía una tarde cualquiera en la coqueta Place de la Contrescarpe, en pleno Barrio Latino muy cerca de “El Panteón”, se transformó en una postal inolvidable. Este martes 9 de septiembre comenzó a circular en redes un video que dejó boquiabierto a medio planeta: el homenaje más original y conmovedor a Queen, con una interpretación en vivo de Rapsodia Bohemia que difícilmente pueda repetirse.
El video subido hace apenas unas horas ya se está viralizando en todo el planeta. Titulado “¡El flashmob de Bohemian Rhapsody más INCREÍBLE que jamás hayas visto!”, sin duda está a la altura de las expectativas.
La actuación fue organizada por Julien Cohen, pianista y matemático parisino nacido en 1993, que ganó reconocimiento mundial por sus actuaciones espontáneas en espacios públicos.
Educado en París, Londres y Hamburgo, Cohen combina su formación clásica con un enfoque lúdico, colaborando a menudo con jóvenes prodigios y cantantes de ópera en lugares inesperados como aeropuertos y restaurantes.
Todos dicen que esta vez llevó su arte a otro nivel: instaló un piano al aire libre y, cuando las primeras notas sonaron, desde las ventanas de los edificios circundantes se abrió la magia.
Más de veinte cantantes y músicos empezaron a aparecer, uno a uno, para recrear en vivo la complejísima estructura vocal de la canción que Freddie Mercury compuso hace exactamente 50 años.
La interpretación no fue un simple cover. Fue una puesta en escena milimétrica: coros que se respondían desde fachadas opuestas, voces líricas mezcladas con rock, la energía de un público que pasó del asombro al éxtasis en cuestión de segundos. Y la perfecta edición de muchísimas cámaras dispuestas por todo el espacio.
Y en el centro, la voz principal del británico Mickey Callisto, semifinalista de Britain’s Got Talent, que se cargó al hombro los fragmentos más intensos de la obra.
Del barrio latino al universo
El video comenzó a circular este martes y en pocas horas se volvió viral. Miles de usuarios lo compartieron con frases como “el mejor homenaje a Queen que vi en mi vida” o “esto es arte puro”.
En el foro Reddit, un testigo definió la experiencia como “un momento mágico que unió a desconocidos en una misma emoción”.
La escena tiene todo lo que hace falta para convertirse en leyenda: la mística de París, una de las canciones más icónicas de la historia del rock, y la frescura de lo “coordinadamente espontáneo”. 
Nadie en la plaza sabía lo que estaba a punto de ocurrir. Algunos turistas levantaban sus celulares para registrar un simple piano callejero y, de repente, se encontraron siendo parte de un espectáculo irrepetible.
El propio Cohen explicó que llevaba más de un año planeando esta performance. Su obsesión era demostrar que Bohemian Rhapsody, considerada “ininterpretable” en vivo en su versión original por la cantidad de capas vocales que tiene, podía cobrar vida de un modo diferente.
El truco fue distribuir a los cantantes en distintos balcones y ventanas, como si las fachadas se convirtieran en un gigantesco escenario coral.
Las reacciones no tardaron en multiplicarse. En menos de 24 horas, el clip ya sumaba millones de reproducciones en YouTube, Instagram, TikTok y X. Incluso cuentas oficiales de medios británicos y franceses lo calificaron como “el homenaje más hermoso y nuevo a Queen en décadas”.
Un homenaje irrepetible
La fuerza del video está en el carácter de lo único. No hubo escenario, luces ni equipos de sonido colosales: apenas un piano, algunas voces y una plaza parisina. Y sin embargo, el resultado fue monumental.
Muchos lo comparan con los históricos recitales multitudinarios de Queen, como Live Aid en 1985.
La diferencia está en el formato: en lugar de un estadio lleno, fueron unos pocos centenares de transeúntes privilegiados quienes vivieron la experiencia en primera persona. El video se grabó el 10 de Julio de este año, pero el resto del mundo lo descubrió recién ahora al viralizarse, aunque el sentimiento es el mismo: piel de gallina, lágrimas y una sonrisa imposible de contener.
Julien Cohen volvió a demostrar que la música tiene la capacidad de romper las fronteras del tiempo y el espacio. En 2025, en pleno corazón de París, Bohemian Rhapsody volvió a sonar como si Freddie Mercury estuviera todavía entre nosotros. Y lo hizo de una manera que nadie olvidará con un guitarrista de apenas 11 años que parecía la suma de Axl Rose y Slash.

                                    