El uso de inhaladores de medicamentos suele incrementarse en la época invernal, ya que las bajas temperaturas traen aparejadas algunas enfermedades respiratorias.
En este marco, la ingeniera platense Agustina Ravettinocomprobó la eficacia de una aerocámara diseñada por un visitador médico que logra un mejor aprovechamiento de la dosis en aerosol que los modelos disponibles hoy en el mercado.
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A través de simulaciones por computadora y en el marco de su trabajo final de la carrera de la Universidad Nacional de La Plata, la joven comparó el dispositivo creado por Norberto Martire con los tradicionales y demostró una efectividad notablemente mayor tanto en chicos como en adultos.
El estudio fue realizado en la Unidad de Investigación, Extensión y Transferencia (UIDET) Grupo Fluidodinámica Computacional (GFC) del Departamento de Aeronáutica bajo la dirección de los ingenieros Ana Scarabino y Federico Bacchi.
“Estos dispositivos, entre la cámara y la mascarilla, poseen una válvula que se abre cuando el paciente está inspirando. De ese modo, dejan pasar las partículas de medicamento. En tanto, cuando la persona está exhalando, la válvula se cierra y las partículas quedan suspendidas adentro de la cámara. Cuando vuelve a inspirar las partículas pasan nuevamente”, explicó Agustina.
“Un 20 por ciento de la dosis de medicamento llega a los pulmones, quedando el porcentaje restante depositado sobre las paredes de la cámara y sobre el tracto respiratorio. El objetivo es aumentar la eficiencia de inhalación y así someter menos al paciente al tratamiento y que el medicamento dure más ”, explicó.
Mientras las cámaras clásicas son cilíndricas y lisas, el nuevo dispositivo tiene una forma una forma helicoidal que permite que cuando la persona inspira se genere un movimiento de rotación que hace que las partículas de medicamento no se peguen en las paredes. “La simulación, realizada con salbutamol, nos permitió verificar que existe ese efecto de rotación”, argumentó la investigadora.
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