La Cámara Argentina de Librerías Independientes (CALI) se expresó contra la Ley Ómnibus y la propuesta de derogar la ley 25.542: “Porque sin esta ley, cientos de librerías de todo el país deberán cerrar por la imposibilidad de competir en igualdad de condiciones, afectado no solo a sus trabajadores sino también a los lectores de sus ciudades”, expresaron.
Mientras se debate el proyecto de la Ley Ómnibus en el Congreso, con incidentes, las librerías independientes representadas por la CALI se manifiestan a través de las redes con mensajes de escritoras como Selva Almada en donde explican qué está en riesgo para ellos en caso de aprobarse el proyecto de Javier Milei.
Tal y como expresó en su momento la Fundación El Libro, que organiza la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires cada año, la Ley Ómnibus propone derogar la Ley N° 25.542 de precio uniforme de venta al público de libros.
¿Cómo afecta a las librerías la Ley Ómnibus?
Según explica la CALI, la ley 25.542 (que la Ley Ómnibus en su artículo 55 busca derogar) protege a las librerías, editoriales y lectores, convirtiendo a la Argentina en un ejemplo a nivel mundial por su rica producción editorial.
“Porque la Ley estipula que el precio de un libro debe ser igual en todos los puntos de venta (físicos y digitales) garantizando la igualdad de condiciones en la competencia para todas la librerías -grandes y pequeñas- en todo el territorio nacional, impulsando de esta manera la bibliodiversidad y democratizando el acceso a la lectura en todo el país”, señalan desde la Cámara Argentinas de Librerías Independientes.
Según sostuvieron, esta ley no tiene costos de aplicación para el Estado y agregan que el problema es, entre otros, el costo del papel y el acceso al mismo: “Desde el sector del libro en su conjunto solicitamos a los Diputados de la Nación que rechacen el Art. 55 de la Ley ómnibus”, piden.
A su vez, la CALI detalló que sin esta ley, cientos de librerías de todo el país deberán cerrar por la imposibilidad de competir en igualdad de condiciones, afectado no solo a sus trabajadores sino también a los lectores de sus ciudades.
Por su parte, la escritora Selva Almada sostuvo: “Estoy en contra de la derogación de la ley de defensa de la actividad librera, que protege a las librerías pequeñas e independientes, autores y autoras, a editoriales, lectores y lectoras. Estamos a favor de la bibliodiversidad y en contra de la derogación de leyes que afectan la cultura”.