En 2005, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instituyó el Día de la Solidaridad Humana que, a partir de 2006 se conmemora en todo el mundo cada 20 de diciembre a partir del 2006, con el objetivo general de que la humanidad comprenda que “la solidaridad es uno de los valores fundamentales y universales en que deberían basarse las relaciones entre los pueblos en el siglo XXI”, según indica la web oficial del organismo.
En este sentido, la ONU apela a la cooperación y la solidaridad a nivel mundial, poniendo en el centro el espíritu de compartir para luchar contra la pobreza, el hambre y las enfermedades, entre otras cosas, con la premisa de que “nuestro futuro se basa en nuestra solidaridad”.
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La ONU también recalca que, en el contexto de la globalización y el desafío de la creciente desigualdad, “el fortalecimiento de la solidaridad internacional es indispensable”. Este año el concepto de la solidaridad se pone particularmente en escena a partir de la pandemia de coronavirus, donde se evidencia la importancia de la solidaridad como un valor esencial para cuidar al otro, con acciones como hacer las compras por una persona mayor que lo necesita o simplemente respetando las medidas sanitarias para evitar que otras personas se contagien.
Según detalla el sitio oficial de la ONU, el Día de la Solidaridad Humana es:
- Un día para celebrar nuestra unidad en la diversidad;
- Un día para recordar a los gobiernos que deben respetar sus compromisos con los acuerdos internacionales;
- Un día para sensibilizar al público sobre la importancia de la solidaridad;
- Un día para fomentar el debate sobre las maneras de promover la solidaridad para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre otros, el objetivo de poner fin a la pobreza;
- Un día para actuar y buscar nuevas iniciativas para la erradicación de la pobreza.
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