El temor cotidiano se instaló en el barrio de La Loma en la ciudad de La Plata desde el último fin de semana largo de noviembre, cuando delincuentes ingresaron por primera vez a una vivienda que había quedado deshabitada y se llevaron distintos artefactos. Ese fue solo el comienzo de una pesadilla que, con el correr de los días, se repitió una y otra vez.
Según relataron vecinos, desde aquel primer robo la casa fue violentada al menos diez veces más, siempre bajo la misma modalidad: ingresos sin control, puertas forzadas y personas desconocidas moviéndose con total impunidad.
La situación alcanzó un punto límite cuando los frentistas descubrieron a los intrusos durmiendo dentro de la propiedad, como si se tratara de una vivienda propia. En esa oportunidad, tras un llamado al 911, intervino personal policial de la Comisaría Cuarta, que trasladó a los sujetos. Sin embargo, el episodio no terminó ahí.
Una de las vecinas, aún indignada por lo ocurrido, contó a INFOCIELO que la denuncia quedó radicada formalmente.


Lejos de solucionarse, el problema continuó. Días después, volvieron a ingresar personas a la misma casa, sin que se pudiera determinar si se trataba de los mismos individuos u otros distintos. El misterio sobre sus verdaderas intenciones mantiene en vilo a todo el barrio.
“No sabemos si quieren usurparla o si la usan como base para meterse en otras casas”, señalaron los vecinos, que temen una escalada delictiva.

Mientras tanto, y hasta lograr contactar a los propietarios, los propios vecinos intentaron cerrar la vivienda como pudieron, improvisando soluciones para evitar nuevos ingresos, aunque con escaso éxito.
El caso expone una vez más la vulnerabilidad de las casas deshabitadas y el impacto directo que tienen estos hechos en la tranquilidad barrial, donde el miedo, la bronca y la sensación de abandono crecen con cada noche que pasa.

