Cada año, la primavera sorprende a los ciudadanos de la Capital de la Provincia de Buenos Aires con “exóticos aromas” descritos por aquellos que los perciben como vómito, esperma o semen.
Es un perfume presente especialmente en la zona del Bosque de La Plata, pero no exclusivo de ese lugar, porque en cualquier sitio en el que existan estas plantas y árboles, al llegar la primavera el aroma tan característico y único invadirá un área cercana, pero no pequeña.
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Los responsables son dos tipos de árboles que en ese Paseo del Bosque de La Plata se encuentran en cercanías del viejo zoológico, el club Hípico y también por el Observatorio Astronómico.
Allí cada día, al llegar las jornadas con temperaturas más agradables se concentran centenares de habitantes de La Plata para practicar deportes, caminar o correr, y ya son muchos los que detectan ese “incómodo” olor a semen, sobre todo si la caminata es acompañada de personas con las cuales no existe demasiada confianza.
EL CAUSANTE DEL OLOR A SEMEN
El peral de flor (Pyrus calleryana) en su variedad Bradford, es un árbol de origen chino y vietnamita, muy popular en los Estados Unidos y algo menos en Argentina, aunque considerado “invasivo hasta el extremo“, por su olor.
Presenta pequeñas flores blancas de cinco pétalos.
Según la Universidad de California en Santa Barbara, es el responsable del olor a semen, concretamente a semen humano masculino.
Eloy Rodriguez de la Universidad de Cornell, en Ithaca, Nueva York, brinda una respuesta más precisa y específica, cuando señala en un estudio que las verdaderas culpables del olor a semen son las aminas volátiles, concretamente la trimetilamina y la dimetilamina.
Estos derivados del amoníaco dan tanto el olor a semen como, a veces el de pescado podrido, también asimilable a la lavandina en algunos casos.
Aunque nos parezca desagradable a los seres humanos, este olor le permite atraer a insectos polinizadores… Y el Bosque de La Plata, lo sabe.
EL OLOR A VÓMITO TIENE OTRO CULPABLE
El responsable del olor a vómito es el gingko (Ginkgo biloba), gracias al ácido butírico, presente también en la manteca, las heces o el queso parmesano.
El ácido butírico no siempre da una percepción desagradable, sino que se vuelve repugnante al aumentar su concentración.
En este caso, sólo los especímenes hembras son responsables del olor, porque provienen de su fruto.
Al ser una planta existente desde hace 200 millones de años, se ha especulado que este olor le servía para atraer a dinosaurios herbívoros que dispersarían sus semillas en las heces.
Sin embargo, en la actualidad se intenta enmascarar su fragancia con un spray llamado “Shield-3EC 24(C)” o “inhibidor de brotes de papa Shield”, pero sería bastante caro, impráctico y extraño que los “runners” del Bosque de La Plata anduvieran con ese aerosol para evitar el olor desagradable.
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