El presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón, habló en un ciclo de entrevistas llamado “Conversaciones” que se publica en lanación.com.ar y allí se refirió a diversos temas de interés para el socio.
Se refirió al proyecto educativo, a lo que piensa para el club, al estudio etario de la población social y a si Estudiantes podrá, alguna vez, cotizar en la Bolsa de Valores.

A continuación, las diez frases más destacas del presidente:
“Yo creo que sí, que Estudiantes en algún momento va a cotizar en bolsa, pero tenemos que trabajarlo bien. Yo creo que pueden convivir. La inversión privada no mata la pasión. El equilibrio es clave. No creo que el que pone plata no sienta. Al contrario, puede potenciar el crecimiento del club. Argentina podría tener un sistema único donde convivan lo social y lo empresarial. Pero es complejo, porque acá siempre se vive en los extremos”.
“En el último plantel de la Copa Libertadores, de unos cincuenta jugadores, casi treinta terminaron la secundaria en el club. Eso no es casualidad”.

“Llevamos diez años con un secundario adaptado a las necesidades de los chicos que juegan. El fútbol ocupa todo su pensamiento, es su sueño. Pero también hay que enseñarles que estudiar no es una carga, sino una herramienta”.
“El fútbol sigue atravesado por el machismo: ‘no podés llorar’, ‘no muestres sentimientos’. Eso reprime. Hay chicos que juegan porque el padre los presiona, no porque quieran. Y se nota. Me pasó de ver chicos que dejaron, que después se dedicaron al cine, a escribir, a estudiar, y fueron felices. Algunos incluso volvieron al club en otros roles. Eso también es éxito”.
“Yo aprendí a gestionar los lugares donde jugué. En Manchester y en el Inter aprendí muchísimo. Eran clubes con estructuras impresionantes, y me servían como referencia para pensar qué quería yo para el mío. También me apoyé en gente que respeto mucho: Pepe Sánchez, Agustín Pichot y Mariano Bessone. Cuando asumí en Estudiantes, el estadio tenía deudas enormes. Abrí el cajón del escritorio y había siete cheques emitidos. Tuve que dejar mis ideas a un costado y resolver lo urgente. Con el tiempo, pude volver a pensar en el club que quería construir”.
“Parte de nuestra obligación es formar jugadores. Es parte del proyecto institucional. Si hay buenos juveniles, tienen que jugar, porque eso sostiene la economía del club. Pero no se impone. Se trabaja en conjunto con el técnico”.

“Nosotros hicimos un estudio para saber cómo se compone la masa societaria. El 40% de los socios tiene menos de 40 años. Hay futuro. Y tenemos que trabajar para que haya más. Pero los tiempos cambiaron. Hoy cuesta más vincularse, hay menos diálogo cara a cara, más pantalla. En el fútbol, donde tenés que generar empatía y conocer al otro, eso se siente”.
“Los clubes hoy cumplen el rol que antes tenía la escuela pública. Son espacios de educación, nutrición, psicología y contención. Antes en el aula estaban el hijo del médico y el del obrero. Eso se perdió, y el club lo mantiene. Por eso tenemos la obligación de ocupar ese lugar y fortalecerlo”.
“Hoy los entrenadores tienen un rol más importante que antes. Antes se hablaba del Milan de Sacchi; hoy se habla de Guardiola antes que del Manchester City. Cambió todo. Antes hacías pretemporadas de diez días corriendo sin tocar la pelota. Hoy el entrenamiento está segmentado, más corto, más analítico. La preparación es otra cosa”.
“De acá a diez años imagino un club totalmente distinto. Con más infraestructura, con una universidad funcionando, con capitales privados que aporten sin romper la esencia. Y quién te dice, cotizando en bolsa. Pero siempre con la raíz social intacta: el club como espacio de pertenencia, estudio, trabajo, deporte y comunidad”

