El 30 de Mayo bajará las cortinas definitivamente una experiencia que despertó mucha polémica en Canadá por lo original de su planteo. Había abierto en marzo de 2022 pero no logró sostenerse y llevó a su dueño, de tendencia política anarquista, a declararse en bancarrota. El local que lleva justamente el nombre de la ideología de su propietario, proponía que los clientes paguen por la bebida que consumieran de acuerdo a sus posibilidades económicas.
La cafetería y “coffe shop” autodenominada “anti capitalista” en Canadá llamada “The Anarchist” con un modelo comercial de “pagá lo que puedas” cerrará en dos semanas, según anunció su propietario en un comunicado, culpando a la “falta de riqueza en las nuevas generaciones con capitales de fuentes éticamente en bancarrota”.
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UNA EXPERIENCIA FRUSTRADA
La cafetería ofrece café por goteo (de filtro) a los clientes, con un precio denominado de “pague lo que pueda“, mientras cobraba por otras bebidas como el café expreso y bebidas a base de té, así como pasteles para el desayuno, para poder subsidiar la pérdida de ingresos por el tipo de café mas consumido que era el de menor valor. También permitía al público usar su baño y pasar el rato en la tienda sin necesidad de realizar compra alguna.
El comercio también tenía a la venta una selección de libros de ideas anarquistas, arte, prendedores, remeras, bolsas de tela y más “merchandising” con sustento ideológico.
Así es hasta el 30 de mayo el café denominado “El Anarquista”, que se presenta como anti capitalista en Canadá, cobrando por el café de filtro ‘lo que los clientes puedan pagar’. El sistema no funcionó y entre insultos su dueño anunció el cierre por ‘falta de fondos’.
El llamado “café, tienda y espacio comunitario radical anticapitalista en tierra robada” levantó polémica cuando abrió por primera vez, especialmente entre los conservadores y partidarios más fanáticos del sistema capitalista.
Los asistentes al negocio también criticaron lo que dijeron eran ‘precios altos en la cafetería’, calificando al dueño de hipócrita por cobrar tanto cuando afirmaba estar en contra de los valores y deseos capitalistas.
A pesar de su cierre, el propietario de la tienda, Gabriel Sims-Fewer, calificó su esfuerzo comercial de corta duración como “un gran éxito” que provocó debate, elevó la presión arterial de los conservadores y experimentó con “vivir y trabajar en formas que no abrazan con entusiasmo la pura misantropía” del capitalismo.
“Desafortunadamente, la falta de riqueza generacional/capital semilla de fuentes éticamente en bancarrota me dejó incapaz de capear la tranquila temporada de invierno o de crecer de la manera necesaria para ser sostenible a largo plazo”, dijo en un comunicado en el sitio web de The Anarchist.
De acuerdo a un diario local, el propietario terminó su declaración con una serie de improperios e insultos varios hacia el capitalismo.
“Que se jodan los ricos. A la mierda con la policía. A la mierda el estado. A la mierda con el campo de exterminio colonial que llamamos ‘Canadá’”, concluyó Sims-Fewer en su enojada diatriba.
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