El futuro inmediato requerirá de la responsabilidad individual y colectiva de la sociedad para evitar que el coronavirus se propague lo suficiente como para hacer colapsar el sistema sanitario. Tras más de un centenar de días de encierro, la crítica situación económica y la inestabilidad emocional de la población no tolerarán el cumplimiento estricto de cuarentenas al estilo fase 1.
Por eso será importante extremar los cuidados personales y evitar, fundamentalmente, los amontonamientos en lugares cerrados, que según los consensos científicos son el lugar más propicio para la propagación del coronavirus.
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Para graficar este peligro no hace falta más que recordar cuáles fueron los episodios más insólitos que generaron brotes de contagio, cuya consecuencia llegó en algunos casos a que los distritos en los que sucedieron deban retroceder de fase de aislamiento e implementar medidas severas para controlar la propagación y detectar a los contactos estrechos.
Uno de los primeros casos ocurrió a fines de mayo durante un velorio en Lobos, que hasta ese momento registraba un solo caso positivo de Covid-19. Una mujer de 82 años asistió al evento sin saber que padecía el virus y tras el diagnóstico 50 personas fueron aisladas preventivamente, ya que también habían asistido.
Si bien se trató del velorio de un familiar cercano a la mujer, las disposiciones del aislamiento social, preventivo y obligatorio prohibían este tipo de actividades. Las autoridades sanitarias debieron intensificar los rastreos para identificar a los asistentes y aislarlos de forma preventiva.
Quizá el caso más conocido fue el del baby shower que se realizó en Necochea, también a fines de mayo, y que produjo al menos 6 contagios y más de medio centenar de personas aisladas. El hecho llegó a ser mencionado por el gobernador Axel Kicillof en una de las tantas conferencias de prensa que compartió con Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta durante la pandemia.
Tras el evento del que participaron 30 personas, en Necochea comenzó a temer por la posible circulación comunitaria del virus, que hasta ese momento no tenía. El coronavirus no perdona estas transgresiones.
El antecedente del baby shower fue un asado del que participó el mismísimo intendente, Arturo Rojas. Hubo denuncias por encubrimiento de parte de los policías que se acercaron hasta el lugar. En el distrito quedó la sensación de que la diferencia entre el asado del intendente y el baby shower fatídico fue el más puro azar.
El intendente de Necochea, Arturo Rojas.
La enfermedad tampoco dejó pasar la prédica clandestina de un cura que en San Pedro celebró misas a puertas cerradas y visitó feligreses en sus domicilios. Él contrajo coronavirus y el municipio debió aislar a los 30 contactos estrechos detectados, que a su vez tuvieron contactos con otros vecinos, y 200 personas terminaron aisladas preventivamente.
La Justicia llegó a investigar el presunto dolo del pastor. Es que, según narraron autoridades locales, empezando por el intendente Cecilio Salazar, el hombre “se mostró remiso a dar información y nos dijo que tenía su congregación cerrada desde hacía tres meses”. El problema es que los propios vecinos empezaron a llamar “para contar que él seguía visitando fieles por la ciudad”.
Uno de los últimos casos resonantes ocurrió en Henderson, localidad cabecera del municipio de Hipólito Yrigoyen. Tras más de cien días si detección de casos, una “previa” de la que participaron un grupo de adolescentes desató los contagios y puso en cuarentena estricta a un distrito que se encontraba en fase 5.
Si bien el virus ingresó a Henderson a través de un hombre de 64 años que viajó por cuestiones laborales a San Andrés de Giles, su nieto fue el que violó la cuarentena al participar de la reunión clandestina que provocó al menos 4 contagios y el aislamiento de 200 personas.
También allí el intendente tiró la bronca: “Acá hubo irresponsabilidad de la familia, estuvieron cinco días con síntomas y no dijeron nada, para cuando llegamos con el servicio de salud ya hacía una semana que mantenían contactos”, aseguró Ignacio Pugnaloni.
“No pensamos que iba a ser para tanto”, dijo la dueña de la casa donde se realizó el baby shower necochense durante una entrevista televisiva. Sí, fue para tanto. El coronavirus tiende a propagarse en los lugares más insólitos e inesperados.
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