El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, embistió esta mañana duramente contra los metrodelegados del subte que hoy mantenían inactivo el servicio por octavo día consecutivo y denunció que “esto no es un paro, es una toma” con rotura de vagones incluida.
“Acá se terminaron las mentiras, nosotros sabemos bien que esto no es un paro, es una toma, han tomado el subterráneo”, advirtió el jefe gremial y aseguró que los metrodelegados, liderados por Roberto Pianelli y Néstor Segovia, “se han atrincherado, han roto coches. Esto parece una fiesta, a nosotros nos da vergenza ajena”.
Fernández formuló declaraciones a radio Mitre horas después de que la UTA acordara un incremento salarial del 23 por ciento, en el marco de las negociaciones entabladas tras la conciliación obligatoria que dictó la subsecretaría de Trabajo de la Ciudad, pero que los metrodelegados se negaron a aceptar, tras lo cual decidieron continuar con la medida de fuerza.
Cuando se le señaló las críticas que los metrodelegados lanzaron cuando se enteraron del acuerdo salarial suscripto ayer entre la empresa y el sindicato, el dirigente replicó: “Ellos no pueden hacer paritarias, no pueden hacer nada, al contrario, ni me diga. Ellos son una asociación, no pueden ser paritarios”.
“Nosotros somos lo firmantes del convenio colectivo de trabajo 384/99, acá el único sindicato representativo somos nosotros. Ellos son una asociación que tiene una simple inscripción”, reiteró.
Fernández insistió en asegurar que la medida de fuerza que llevan adelante los metrodelegados desde las 21 horas del pasado viernes 3 es “una toma” y convocó a las “autoridades para que verifiquen” los daños causados en los vagones “mientras la empresa tendrá que hacer las denuncias correspondientes”.
“La gente se ha presentado a trabajar, los talleres están trabajando y no los dejan entrar. Está todo tomado, están atrincherados”, acusó. De paso, Fernández inquirió: “Yo le pregunto a la empresa por qué no pone seguridad también, porque ése es otro de los problemas que estamos denunciando: no hay policías, la gente está en la puerta, no puede entrar a trabajar”. “Para nosotros es vergonzoso, yo les digo a los muchachos que recapaciten, dejen trabajar a la gente”, finalizó.
“Acá se terminaron las mentiras, nosotros sabemos bien que esto no es un paro, es una toma, han tomado el subterráneo”, advirtió el jefe gremial y aseguró que los metrodelegados, liderados por Roberto Pianelli y Néstor Segovia, “se han atrincherado, han roto coches. Esto parece una fiesta, a nosotros nos da vergenza ajena”.
Fernández formuló declaraciones a radio Mitre horas después de que la UTA acordara un incremento salarial del 23 por ciento, en el marco de las negociaciones entabladas tras la conciliación obligatoria que dictó la subsecretaría de Trabajo de la Ciudad, pero que los metrodelegados se negaron a aceptar, tras lo cual decidieron continuar con la medida de fuerza.
Cuando se le señaló las críticas que los metrodelegados lanzaron cuando se enteraron del acuerdo salarial suscripto ayer entre la empresa y el sindicato, el dirigente replicó: “Ellos no pueden hacer paritarias, no pueden hacer nada, al contrario, ni me diga. Ellos son una asociación, no pueden ser paritarios”.
“Nosotros somos lo firmantes del convenio colectivo de trabajo 384/99, acá el único sindicato representativo somos nosotros. Ellos son una asociación que tiene una simple inscripción”, reiteró.
Fernández insistió en asegurar que la medida de fuerza que llevan adelante los metrodelegados desde las 21 horas del pasado viernes 3 es “una toma” y convocó a las “autoridades para que verifiquen” los daños causados en los vagones “mientras la empresa tendrá que hacer las denuncias correspondientes”.
“La gente se ha presentado a trabajar, los talleres están trabajando y no los dejan entrar. Está todo tomado, están atrincherados”, acusó. De paso, Fernández inquirió: “Yo le pregunto a la empresa por qué no pone seguridad también, porque ése es otro de los problemas que estamos denunciando: no hay policías, la gente está en la puerta, no puede entrar a trabajar”. “Para nosotros es vergonzoso, yo les digo a los muchachos que recapaciten, dejen trabajar a la gente”, finalizó.