La estrategia de Santiago Maratea de polemizar en redes sociales encontró un límite: la Justicia. El Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires lo denunció penalmente por injurias y el Juzgado en lo Correccional N°2 de La Plata, a cargo del juez Diego Tatarsky, lo citó a una audiencia de conciliación para el 26 de septiembre.
Lejos de quedar en una pelea mediática, el caso avanzó a los tribunales. Allí, el influencer deberá enfrentar un pedido concreto: disculparse públicamente y borrar los posteos donde promocionaba un supuesto té para bajar de peso, además de atacar a los profesionales de la nutrición.
“Defendemos el honor de nuestros profesionales frente a declaraciones agraviantes, irresponsables e intrusivas”, afirmó la presidenta del Colegio, Laura Salzman, quien además advirtió que la ética y la transparencia son pilares de la profesión.
El video que lo llevó a la Justicia
El conflicto se desató cuando Maratea subió un video asegurando que un té “ayuda a que el cuerpo use mejor los carbohidratos, evita que se acumulen como grasa y frena los picos de glucosa”. Hasta ahí, una típica estrategia de marketing de suplementos.
Pero fue más allá: atacó a los profesionales con frases como “ciertos nutricionistas arrogantes que, a pesar de tener un título, no investigan y desinforman”.
El Colegio respondió con una carta documento exigiendo retractación y la eliminación del contenido. Como el influencer ignoró el pedido, la institución avanzó con una denuncia penal.
“Recomendar un té puede ser peligroso”
Lejos de ser un asunto menor, los especialistas remarcan que estas recomendaciones pueden tener consecuencias en la salud. “A veces parece inocente sugerir un té o una vitamina, pero puede resultar realmente peligroso”, advirtió Salzman.
Por eso, la causa no se trata solo de una ofensa personal, sino de un mensaje claro contra la desinformación en temas de salud pública.
Lo que viene para Maratea
El 26 de septiembre será el día clave: en la audiencia prevista por el artículo 388 del Código Procesal Penal bonaerense, el influencer tendrá que decidir si retrocede, pide disculpas y elimina el contenido, o si deja que la causa continúe y se exponga a un proceso judicial completo.
En otras palabras, la Justicia ya le marcó la cancha: no todo vale en redes sociales, y menos cuando se juega con la salud y el prestigio de una profesión.