En las últimas horas se viralizó un video de una mujer que cuenta que no se puede atender en el PAMI a menos que se compre otro celular. Mirá el video.
En el medio del ajuste en discapacidad y otros sectores, una jubilada se quebró y sostuvo: “Soy atea, pero el domingo rogué a Dios que perdieran”, en relación a los candidatos oficialistas en las elecciones bonaerenses.
En diálogo con C5N, una jubilada reveló totalmente angustiada que se encuentra muy mal económicamente: “Esto no va más”, sostuvo.
La mujer llamada Sara relató que vive con su marido con discapacidad de 81 años y que alquilan: “Tiene la pensión, jubilación y soy jubilada. Hago milagros para llegar a fin de mes”, describió con la voz quebrada.
Y lo que más llamó la atención en las redes fue cuando señaló que para que la atiendan en PAMI debe comprarse otro celular porque con el suyo no puede entrar a la aplicación: “Sino no me atienden”, lamentó.
Cuando el cronista le consultó a la mujer qué opinaba de las denuncias contra la Secretaria General de la Presidencia de la Nación Argentina Karina Milei, Sara expresó: “Repugnancia siento”.
Palacio Libertad: Artistas “fileteadores” denuncian censura en el ex CCK
"Si bajan a uno, nos vamos todos", expresaron los fileteadores luego de que se intentara censurar obras que referían a la educación pública y a Gaza.
Mirá el video
El video se viralizó rápidamente en las redes y los usuarios empatizaron con la mujer: “La crudeza de la era digital en la que una pobre abuelita en plena crisis económica tuvo que sacar plata de donde no tiene para comprar otro celu y poder descargar la app del PAMI pq sino no la atienden Dios estoy rota”, comentó una usuaria en X.
Y no fue la única: “Es una porquería lo que hicieron con la aplicación de pami que para todo la piden, hay que entender que hay lugares donde NO podes meter la tecnologia hay viejos que ni saben lo que es un celular y otros como esta mujer que tienen que hacer un re gasto innecesario para bajarla”, compartió otra.
El programador y conocido tuitero Maximiliano F irman también se sumó a la indignación y opinó: “No hay ninguna razón técnica para que esta señora tenga que comprarse un teléfono para ser atendida. Son solo caprichos de ignorantes que deciden”.
