El conductor de “Laca Streaming“, Tomás Díaz Cueto, conocido por su fervoroso discurso anti kirchnerista y anti peronista, volvió a estar en el centro de la polémica. Esta vez no por sus comentarios políticos en general, sino por haber atacado —según quedó demostrado con pruebas— el trabajo solidario de una organización sin fines de lucro. Se trata de la ONG La Guarida, que desde 2020 se dedica a donar consolas gamer diseñadas especialmente para niños hospitalizados.
En su programa “Raro Laca”, el periodista echado de LN+ Díaz Cueto, intentó utilizar una de estas donaciones para castigar al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Con tono burlón, afirmó: “Y Kicillof salió a promocionar su gestión, fueron a entregar un jueguito pedorro para el sector pediatría. Ahí está. A todos los médicos, mirá lo que les dieron y se pusieron a llevar. Pero ¿sabés por qué? Son todos parches”.
El problema es que esa consola no tenía nada que ver con Kicillof ni con el Estado. Fue un esfuerzo íntegramente de La Guarida, una ONG nacida en pandemia que ya lleva entregadas más de veinte consolas en hospitales de todo el país.
La respuesta de La Guarida
El descargo no tardó en llegar. Miguel Blanco, fundador de la organización, respondió públicamente a las declaraciones de Díaz Cueto con un mensaje claro y respetuoso, pero cargado de indignación: “Nos duele y nos indigna porque no es cierto. Tomás, estás mintiendo. Esa consola no es del gobierno, es nuestra y es la número 23 que donamos desde La Guarida”.
La aclaración fue tajante: “Somos una ONG sin fines de lucro y cuando entregamos una de nuestras consolas, lo hacemos sin mirar banderas políticas. Solamente pensamos en los chicos internados porque sabemos lo efectivo que puede ser para su bienestar”.
Blanco también explicó que los videojuegos, lejos de ser “jueguitos pedorros”, tienen un efecto comprobado en la salud emocional y física de los niños hospitalizados: “Está científicamente demostrado que posibilitarles el juego no solamente mejora su estado de ánimo, sino también su proceso de sanación”.
Además, detalló que cada consola que entregan es mucho más que entretenimiento. Se trata de piezas artísticas intervenidas por creadores argentinos, cuyo menú de selección incluye música sinfónica interpretada por orquestas locales. Una forma de unir solidaridad, cultura y tecnología.
Rectificación y pedido de respeto
Desde la ONG le hicieron un pedido directo al conductor: “Sabemos que sos un gran periodista (dicho claramente con ironía) , por eso apelamos a tu honestidad intelectual y te pedimos que rectifiques tus dichos”.
Incluso lo invitaron a conocer de cerca el proyecto: “Queríamos invitarte a que conozcas nuestro trabajo desde adentro, porque es algo que hacemos con muchísimo cariño y esfuerzo. Y quizás, si tenés ganas, hasta podemos jugar unas partiditas en el ‘jueguito pedorro’”.
La respuesta de La Guarida buscó no sólo desmentir la mentira, sino también defender el prestigio de una labor que lleva años sosteniéndose con donaciones y creatividad. “Queremos limpiar nuestro nombre y honor. Nuestro trabajo es con muchísimo cariño y esfuerzo y no permitimos que nadie lo manche”, remarcó Blanco.
El mensaje fue difundido en redes sociales junto a un pedido concreto a la comunidad: arrobar al periodista y a su programa para que el descargo llegara hasta él. Hasta el momento, la organización asegura no haber recibido respuesta privada del conductor.
¿Quién es Tomás Díaz Cueto?
Díaz Cueto no es un rostro no demasiado conocido en los medios. Fue movilero de LN+ en el programa de Horacio Cabak, hasta que en junio pasado fue desvinculado del canal.
Según trascendió, sus posturas extremas contra el kirchnerismo y algunas conductas poco profesionales generaron malestar entre colegas y directivos aún en esa señal que tiene la misma tendencia. El propio periodista confesó que su despido estuvo motivado por cuestiones ideológicas.
En paralelo, consolidó su perfil en el streaming con Raro Laca, donde suele desplegar su estilo confrontativo y polémico. Sin embargo, esta vez la disputa excedió el plano político y tocó el trabajo solidario de una ONG que tiene como único objetivo mejorar la vida de niños internados.
Una enseñanza sobre el rol social
La controversia deja en blanco sobre negro el daño que pueden causar las fake news cuando se difunden sin chequeo. En este caso, el intento de usar una donación para pegarle al gobernador terminó opacando el esfuerzo de una organización que no busca rédito político ni económico.
Como concluyó La Guarida en su comunicado: “Nunca nos pasó algo así en todos estos años. Cuando donamos una consola no miramos banderas políticas, sólo pensamos en los chicos y en lo que significa para ellos tener un rato de juego en medio de su largo tratamiento”.
Cuando la desinformación circula a gran velocidad, la respuesta de la ONG se volvió una muestra de cómo enfrentar la mentira con argumentos, respeto y transparencia, siempre es necesario.