La última cuota del Impuesto Inmobiliario Urbano Edificado vence este 25 de noviembre y, con ella, llega el punto que más ruido genera todos los años: el adicional que deben pagar algunos contribuyentes. ARBA salió a aclarar que no se trata de un aumento generalizado, sino de un cargo focalizado, previsto en la Ley Impositiva 2024, y aplicado únicamente a los inmuebles de mayor valuación.
El organismo provincial lo explica así: el adicional solo alcanza a quienes tienen propiedades cuya base imponible supera los $31.465.000. Es decir, no es un recargo masivo sino una corrección sobre un universo muy acotado dentro del mapa inmobiliario bonaerense. De hecho, ARBA detalló que apenas el 8% de las más de 5,3 millones de partidas registradas en la Provincia pagan este extra. El 92% restante no tiene nada que abonar por encima de la cuota habitual.
Para quienes estén alcanzados, la liquidación llega junto con la última cuota, pero con un límite claro: el monto adicional no puede superar el 20% del impuesto anual determinado. Ese tope busca evitar saltos excesivos y darle previsibilidad al contribuyente, incluso dentro del segmento de mayor valuación.
ARBA también recordó que quienes están al día y adheridos al débito automático mantienen la bonificación de hasta el 10%, igual que quienes hicieron pago anual y ahora tienen que abonar el extra. La lógica detrás del esquema es mantener incentivos a la buena conducta fiscal sin cargar sobre los hogares promedio.
Para saber si una propiedad entra o no en este grupo reducido, el organismo habilitó en su web la herramienta “Consulta Inmobiliario Adicional”, donde se puede verificar cada partida por Partido y número. El mensaje oficial es claro: no es un nuevo impuesto ni un aumento general, sino un mecanismo progresivo dirigido a las valuaciones más altas, sin impacto para la mayoría de las familias bonaerenses.

